El «daño» del impuesto de carburantes sigue presente

Tanto desde el sector de los transportistas como el de las estaciones de servicios critican la aplicación del céntimo sanitario. Carmen Sáenz de Miera reclama «la eliminación total, porque ha hecho mucho daño tanto a los autónomos como al sector de las gasolineras», donde se han perdido puestos de trabajo y a pesar de que la aplicación de parte de la tasa ha supuesto entre un 23 y un 25% de rebaja en el precio. El presidente de Altradime apunta que de momento sólo se han rebajado tres de las cuatro partes y que el restante «se lo devuelven a las empresas de transporte tres o cuatro meses más tarde».

«Es un mercado libre, supuestamente, pero las demandas a las grandes empresas les da igual porque en poco tiempo recuperan el dinero», añade Pablo Lorenzo, como la última sanción impuesta por la Comisión del Mercado de Valores a Repsol de más de 22 millones de euros por una infracción en materia de formación de precios o aplicación de descuentos con sus abanderadas. Desde Altradime también critican la oscilación constante de los precios, que puede variar de un día para otro, a lo que suma el encarecimiento del combustible los fines de semana, cuando hay más movimiento. «El 50% del gasoil son impuestos y así el Estado también recauda más», explica, para concretar que los transportistas también están pendientes del nuevo planteamiento de que los precios cambien también durante el día en función de las horas de más demanda. «Lo del gasoil es una locura», sentencia.