Ser verde está de moda

Un espectacular aroma impregna el ambiente a las puertas de uno de esos restaurantes veganos que tanto están de moda últimamente, como si de una llamada se tratase dirigida a los transeúntes que discurren por la calle ajenos a las delicias que salen de la cocina de L’Union o La Ecoposada. Un aroma a comida casera, sana y sobre todo muy rica. Y lejos de lo que muchos pudieran pensar no resulta una alimentación aburrida. El veganismo es un estilo de vida que cada día gana más seguidores. Unos llegan a ella buscando una opción más saludable, una nueva forma de cuidarse y otros —la mayoría— lo hacen como una alternativa ética y sana al consumo y dependencia de los productos animales. Han dejado de lado ya no solo la carne o el pescado, como en el caso de los vegetarianos, sino también los lácteos, huevos e incluso la miel. Se alejan de forma radical de todo ello. Por lo que cambian todos esos productos por vegetales, cereales, legumbres, semillas, germinados, soja y sus derivados, como el tofu y el tempeh, o el seitán, que no es otra cosa que el gluten del trigo. Otra de las cosas que llaman mucho la atención es que el uso de algas es bastante habitual.

«Para mí ser vegana significa tener una forma de vida respetuosa con los animales y eso me ha llevado a adoptar esta filosofía en todos los ámbitos, no solo en la alimentación», comenta Sonia Martínez, una joven de 29 años que lleva cuatro siguiendo este estilo de vida. «Procuro ir a restaurantes donde cuenten, al menos, con una opción vegana o como se suele decir veggie-friendly , aunque por desgracia aún hoy en día no es tan frecuente como me gustaría. Pero cuando estoy por aquí me gusta ir a L’Union».

Veganos, ovolácteos, crudiveganos. Uno ya pierde la cuenta de la gran cantidad de variantes que existen y que para muchos han dejado de ser una moda pasajera para formar parte de su estilo de vida. ¡Ya se sabe que ser verde está de moda! Aunque todos ellos lidian cotidianamente para mantener su régimen alimenticio sin importar lo complicado que resulte en ciertas ocasiones, pues todavía hoy en día en muchos restaurantes no cuentan con menú que se ajuste a sus necesidades. Con independencia de los motivos que cada uno esgrima, han optado por acogerse a este estilo de alimentación que, al parecer, está teniendo cada vez más adeptos en un país como el nuestro, que, seamos realistas, en general se caracteriza por comidas, que casi se sobreponen unas a otras. Y en las que abunda la carne en todas sus formas y colores. Aunque sus fieles defensores se acogen a la ‘dieta mediterránea’, como si de una religión se tratas.

Los vegetarianos ya han dejado de estar marginados en una esquina de la sociedad y han pasado a formar de todos los ámbitos gastronómicos. La provincia leonesa cuenta con restaurantes vegetarianos que pueden ser frecuentados incluso por amantes de la carne, ya que sus platos, aunque carezcan de esta, son aptos para todos los públicos y tienen un sabor que no dejará indiferente a nadie.

Sin alejarse de la capital se encuentra L’Union. Carlos Sutil abrió las puertas de su restaurante con la idea de que su cocina fuese crudivegana, (probablemente una de las opciones más radicales) aunque continúa innovando con texturas, sabores y colores. «Para mí la alimentación está basada en un serie de valores orientados hacia la salud, como cuidar el organismo y es lo que trato de transmitir con mis platos», asegura. En cuanto a la clientela es de lo más variada. «En general es gente joven y deportistas, e incluso de élite», pero que nadie se lleve a equívoco porque cada vez son más las personas mayores que deciden darle una oportunidad.

Apenas a un par de horas de distancia y en pleno corazón del Bierzo se encuentra La Ecoposada. Tras abandonar Madrid Beni Juárez se instala en Pobladura de las Regueras. «La idea partió de un familiar y queríamos algo que fuera competitivo y novedoso. Es un centro en el que engloba toda la línea vegetariana. Cuando llegué no había opciones para aquellos que se decantan por este tipo de alimentación en la zona», explica Juárez.

Aunque también producen una cocina tradicional, para los veganos y para los que cuidarse es lo primero, este es sin duda un lugar de referencia por la calidad e imaginación de sus platos. Cocina original, pero verde, muy verde.

Muchos no saben comenzar el día sin su vaso de leche de vaca, por lo que aquí lo sustituyen por la de arroz o de kamut. Pequeños ajustes pero muy relevantes y es que tratar de adoptar esta filosofía de vida implica todo un proceso de adaptación.

sandra alija