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Mariposa anciana, mariposa dulce

Un total de 25 ancianos de la residencia Santo Martino ocuparon ayer la explanada de Espacio Vías para repartir entre los ciudadanos mariposas cargadas de caramelos y «minutos de filosofía».

Los ancianos de la residencia Santo Martino realizaron como cada año un reparto de mariposas de papel elaboradas por ellos mismos y caramelos.

Publicado por
León

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Unas manos marcadas por el ineludible paso del tiempo corren, en la medida de sus posibilidades, hacia una moto parada en un paso de cebra. «¡Tome, coja una mariposa!», dice la voz de una señora apasionada por desempeñar su tarea: el reparto de mariposas hechas con papel reciclado y caramelos.

Se trata de la actividad desarrollada por la residencia de ancianos Santo Martino que ayer, como todos los años, invadió la explanada de Espacio Vías para compartir con los viandantes el fruto de su amor, unas mariposas que no vuelan alto pero llegan muy dentro debido también a las frases que se pueden leer en ellas.

Las mariposas llevan pegadas frases filosóficas. MARCIANO PÉREZ.

Raquel Fernández, trabajadora social de la residencia, explica que a esta cita han acudido «cerca de 25 de los 90 ancianos» que viven en Santo Martino, todos ellos entre los 70 y 102 años, cargados con un total de 300 piruletas, «una cifra que se ha ido aumentando año tras año en vista de que siempre se agotan».

Por su parte, la terapeuta ocupacional del centro, Sonia Paniagua, quiere dejar claro que la actividad fomenta la interactuación de los ancianos con diferentes personas a las de su entorno, así como «aspectos cognitivos en el momento en el que las hacen, la psicomotricidad e incluso la memoria».

Pepa, de 71 años, ha sido la que se ha encargado de pegar las etiquetas con las frases y está encantada con esta actividad que vive por primera vez, ya que apenas lleva un año en la residencia. Alicia, de 97, confiesa que desde que está en Santo Martino ha aprendido a pintar e incluso ha realizado los retratos que ha realizado. Para ella, esta actividad supone «unos minutos de filosofía».

Como una exhalación, Pepa se apresura a repartir una mariposa a una mujer que cruza la calle. Sonriente, ésta la acepta y hace una pregunta: «¿Hay que dar algo?». «¡No, señora, esta actividad es sin ánimo de lucro». Sonia comenta que este pensamiento lo tienen la mayoría de las personas, que incluso «no se paran por si tienen que hacer un donativo». Sin embargo, no hay mayor donativo para esta actividad que una sonrisa de amabilidad que recompense todo el trabajo realizado por estos amabilísimos ancianos.

Con el agradecimiento a Espacio Vías por la cesión del espacio, el departamento psicosocial de la residencia Santo Martino se despide hasta otro año en el que esperamos no perder de vista ninguna cara. Pasaremos lista.

MIRIAM BADIOLA

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