CONTROL DE PLAGAS
A las palomas, ni agua
Campaña del Ayuntamiento ante el aumento de quejas por ruido y suciedad.
Palomas en la cornisa de un edificio de León.
El Ayuntamiento de León ha puesto en marcha una campaña de control de plagas que prestará especial atención a la población de palomas, después de que las denuncias recibidas por exceso de ruidos y excrementos como consecuencia del crecimiento poblacional de estas aves. Entre las medidas disuasorias que pretenden evitar el crecimiento de este tipo de aves, se ha hecho un llamamiento a la población para que no las den de comer.
El concejal de Consumo del Ayuntamiento de León, Pedro Llamas, puntualiza que es necesario reducir el número de estas aves porque se están recibiendo muchas quejas. “«Pedimos no suministrar alimento a las palomas, es el mensaje que queremos lanzar en esta campaña», dijo.
Mientras que en 2013 las reclamaciones como consecuencia de las palomas fueron doce, el número se incrementó hasta 29 quejas en 2014, y en el primer semestre del año las quejas recibidas ascienden a once.
El impacto de la palomas, considerado como plaga, se deja sentir en plazas públicas, edificios singulares, municipales y comunidades de propietarios. Pedro Llamas ha añadido que es necesario concienciar a la población de que las palomas también son transmisoras de enfermedades. La invasión del medio urbano como alternativa de hábitat por parte de las palomas conlleva perjuicios en edificios, en el patrimonio artístico y monumental y es causa de molestias para los ciudadanos.
Por otro lado, su acción sobre tejados y cubiertas provoca en muchos casos actuaciones de restauración de tejados y fachadas. Igualmente provocan obstrucciones y roturas de canalones y bajantes con los consiguientes problemas de riesgos de goteras en los inmuebles afectados, obstrucciones derivadas de la acumulación de plumas o al posicionamiento de sus nidos. Las excreciones de estas aves, ricas en ácidos fosfórico y úrico, son muy corrosivas resultando un serio peligro para la integridad de los elementos arquitectónicos, especialmente pétreos y metálicos. A todas estas molestias habría que añadir los riesgos de tipo sanitario.
El excremento de palomas, en especial el que corresponde a este tipo de ave con mayor motivo dada su cantidad y volumen de defecaciones, representa un serio peligro para los elementos arquitectónicos metálicos especialmente y pétreos, aparte de que si la densidad de palomas es alta puede causar la muerte de zonas verdes.
Además,algunas enfermedades de las aves pueden ser transmitidas a los humanos a través de los excrementos de esta, aunque no suelen ser graves.