La Diputación aporta 26.000 euros para casas de acogida de maltratadas
Los recursos de la institución van destinados a garantizar asistencia integral a las mujeres y sus hijos.
La Diputación ha aprobado las subvenciones que otorga durante este año a cuatro centros de asistenta a la mujer víctima de maltrato o abandono familiar. Así, la institución provincial destina un total de 26.000 euros, que se repartirán el centro Nuestra Señora de Fátima de Fabero, a la Asociación Leonesa de Mujeres Simone de Beauvoir, a la Asociación Leonesa de la Caridad y a la Fundación de Familiar Monoparentales Isadora Duncan, todas ellas con ámbito de acción en León.
Con esta aportación, la Diputación continúa colaborando para conseguir la mejora de la calidad de vida de las mujeres que sufren este tipo de violencia. Las casas de acogida son centros destinados a proporcionar alojamiento alternativo a las mujeres y a los menores que estén a su cargo, que se encuentren en una situación de desprotección, derivada de la situación de violencia o de abandono familiar.
Estos recursos garantizan a las mujeres y sus menores una atención integral, apoyándolas en todas aquellas necesidades de tipo legal, de apoyo psicológico, sanitario, laboral y social que puedan precisar para conseguir de nuevo su autonomía personal y su integración social. Los Equipos de Acción social de los Ceas, son los encargados de la atención directa, asesoramiento, y derivación hacia los recursos específicos para procurar esa atención integral a las víctimas.
Entre sus líneas de actuación en este sentido, la Diputación convoca anualmente estas subvenciones, con el objetivo de contribuir con el mantenimiento de las Casas de Acogida de la provincia de León, incluidas dentro de la Red de Asistencia de atención a víctimas de maltrato y/o abandono familiar de Castilla y León.
Las ayudas destinadas a estas casas de acogida están incluidas en un amplio programa de subvenciones que la Diputación reparte cada año destinadas a múltiples colectivos desfavorecidos de la provincia a través de acciones específicas.
Los Ceas canalizan las necesidades de estos colectivos en una primera fase con el objetivo de derivarlos a programas concretos, o bien, prestarlos atención directamente con programas destinados a mujeres desfavorecidas, familias con pocos recursos, colectivos marginales. Una veintena larga de centros de acción social se reparten por la provincia para atender todas las comarcas.