PÉTALOS DE devoción y fiesta en La bañeza
La Patrona brilla orgullosa al ver a la ciudad bajo su manto en el día grande de las fiestas, una jornada cargada de tradición, cultura y diversión.
Los bailes regionales abarrotan la plaza Mayor que disfruta al son de los acordes de Zamora y Portugal.
Ayer que era fiesta en toda España no podía ser menos en La Bañeza. La ciudad se rindió a su patrona, La Virgen de La Asunción, y le llevó las flores de la devoción, pidiéndole protección, ayuda y presentándole sus súplicas y agradecimientos. Puntuales a las 12.30 horas representantes de las cofradías, asociaciones, entidades, cuerpos de seguridad y del Ayuntamiento fueron entrando a la iglesia de Santa María, pasando bajo el paño del pendón, para ir dejando a la Virgen sus pétalos de devoción. Una tradición marcada en La Bañeza, sentida y verdadera que cada año hace gala del latir bañezano. Como siempre, el alcalde, en representación de la corporación y de toda la ciudad, fue el último en dejar su ramo. El regidor, José Miguel Palazuelo, puso ‘deberes’ a la Virgen. En su discurso, pidió por todos los bañezanos, por los jóvenes, por su futuro y por las familias que no atraviesan buenos momentos. También solicitó a la Patrona que acabe la lacra de la violencia machista y pidió una igualdad verdadera entre hombres y mujeres. El alcalde agradeció todo el camino recorrido y su última promesa a La Asunción fue su compromiso de seguir trabajando día a día «para que nuestra ciudad sea el mejor lugar para vivir».
Junto a los oficios religiosos en el día grande de las fiestas patronales, la plaza Mayor también fue el lugar escogido por los artesanos, que demostraron su saber hacer en una nueva edición de ArteManía. Además, toda La Bañeza se convirtió en modelo para los artistas del concurso de pintura rápida, que se afanaron por recoger esos paisajes, costumbres y gentes que marcan el día a día de la ciudad. Mientras, el tren turístico hizo las delicias de grandes y pequeños.
Por la tarde no faltó la cita con la tradición y los bailes regionales volvieron a abarrotar el corazón de la ciudad, que disfrutó con los sones populares, los mantos y los manteos de la mano del Grupo de Danzas Tierra del Pan, de Zamora y Pauliteros de Malhadas, de Portugal. Los títeres amenizaron la plaza del Obispo Alcolea y la Coral del Milenario puso la banda sonora a la fiesta. La Orquesta Principal fue la encargada de hacer bailar a la madrugada.
a.g. valencia
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