Más de 4.300 familias de la provincia se instalaron en el área de la capital desde 2010
Uno de cada tres hogares de la zona urbana está formado . ya por una sola persona, un 3% más que hace cuatro años.
El éxodo rural está muy lejos de terminar. Aunque adquiere nuevas formas, adaptadas a los actuales tiempos. El paso del pueblo a la ciudad se hace hoy en muchos casos con parada en el cinturón de municipios que rodean la capital, y que han dado lugar a un entramado a medio camino entre lo rural y lo urbano en la forma de vida y de las viviendas. Eso sí, el trabajo, el consumo y la vida (tanto laboral como de ocio) tienen la vista claramente puesta en el centro de la capital de la provincia. Actividad en la urbe, reposo en lo que se denomina ‘área funcional urbana’.
Casi la mitad de la población leonesa se apiña alrededor de la capital, y trabaja en sus instituciones (ocho de cada diez empleados, en su sector de servicios). Es, sin embargo, un colectivo que pierde activos en edad laboral mientras suma pensionistas y dependientes, y ve cómo año a año se incrementa de forma vertiginosa la edad media de sus pobladores. Muchos de ellos incrementan constantemente el grupo de los hogares unipersonales. Los leoneses que viven solos. Podrían ser jóvenes que acuden a la capital en busca de mejores expectativas, pero un dato delata que la realidad está muy lejos de la sabia nueva: en sólo cuatro ejercicios la edad media de todo el área de la influencia urbana de la capital se ha envejecido en más de un año. Muchos elementos para el análisis, la reflexión, y la urgencia en la toma de medidas.
Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) entre 2010 y 2014 la población residente en el área funcional de León se redujo en 2.298 personas, hasta los 215.706 vecinos. Una zona que se define como la ciudad y los municipios que forman su área de influencia laboral; es decir, la zona desde la que los vecinos se desplazan a diario para trabajar en la ciudad.
Área de influencia
En el caso de la capital leonesa ese área es en teoría de 17 kilómetros alrededor de la ciudad, una superficie de casi 1.190 kilómetros cuadrados. Aunque el desglose de las localidades desde las que a diario acuden masivamente los empleados a trabajar a la ciudad dibuja un mapasensiblemente más amplio, según el informe realizado por el instituto de estadística: Cuadros, Chozas de Abajo, Garrafe de Torío, Onzonilla, Pola de Gordón, La Robla, San Andrés del Rabanedo, Santovenia de la Valdoncina, Sariegos, Valdefresno, Valverde de la Virgen, Vega de Infanzones, Vegas del Condado, Villaquilambre y Villaturiel.
Esta agrupación en torno al área de influencia laboral que sin embargo se aleja de las perspectivas de crecimiento y empleo. En los últimos cuatro años el porcentaje de leoneses instalados en este área que está en edad laboral (entre 15 y 64 años) se ha reducido en casi un 2%, al pasar de más del 67% a apenas en 65,5%. En cambio los jubilados se han incrementado en más de un punto, hasta el 21,8% del total.
Población en activo
Los datos de la actividad laboral corroboran el preocupante panorama de la que en teoría es la zona más activa de la provincia. En cuatro años (en 2010, año de partida de estos datos, se había pasado ya la primera etapa de recesión económica) la tasa de desempleo pasó del 15,12% al 21,67%. El porcentaje de ocupados de entre 15 y 64 años, la franja teórica de vida laboral de las personas, se redujo alarmantemente del 85,54% al 78,11%.
Es cierto que en este período la tasa de actividad se incrementó del 52,62% al 54.52%. Lamentablemente, este incremento se debió sobre todo a que abandonaron la provincia miles de jóvenes en edad de iniciar su vida laboral (y excelentemente formados en general, según presumen todas las instituciones y estadísticas); más que a un incremento la población con trabajo, una asignatura aún pendiente en la provincia fuera de los empleos puramente estacionales y con un grado de cualificación que dista mucho de la formación de la nueva generación de trabajadores leoneses.
En servicios
León sigue siendo una ciudad volcada en los servicios, según demuestra el hecho de que un 83% de la población empleada trabaja en esta actividad. En cambio, la industria sigue siendo una actividad marginal, con menos de un 9% de los ocupados.
La población del área urbana leonesa es en todo caso un grupo poblacional que también envejece. En sólo cuatro años la edad media de sus habitantes se ha incrementado en más de doce meses, pasando de los 44 años de media en 2010 a los 45,24 años del último ejercicio computado. La población de más de 65 años ha pasado del 20,44% al 21,79%. Lo que evidencia que el envejecimiento no es un problema que afecte sólo a las zonas rurales.