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LOS DESFAVORECIDOS Y SU DRAMA

La casa de los que no la tienen

El alcalde comprueba en persona la ingente labor social que se realiza en el Hogar del Transeúnte y recuerda: «Nadie estamos libres de acabar pasando por aquí». Lo que toda la vida fue el Refugio Viuda de Cadenas, construido en 1935, se ubicaba en la calleja de los Difuntos. Se trataba de atender a las personas que deambulaban por la noche por la ciudad. En 1962 la entonces Caja de Ahorros y habilitó el «Refugio para Transeúntes Sagrada Familia» donde hoy se encuentra. Desde 1977 fue residencia de ancianos, hasta que en 1985 el Ayuntamiento de Juan Morano lo resucitó.

El alcalde conversa con los responsables del Hogar del Transeúnte durante su visita de ayer.

León

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Algo menos de un millar de personas pasaron el año pasado por el Hogar del Transeúnte del Ayuntamiento de León. «Va bajando el número de extranjeros, ahora la mayoría son españoles», explica el personal de la casa. Varón soltero de entre 50 y 59 años, que en seis de cada diez casos no tiene ningún ingreso y lleva más de diez años en el paro es el perfil medio. «Los hay que no pueden cobrar ni siquiera la pensión de jubilación porque la Seguridad Social se la ha embargado. A esos les recomendamos que soliciten la Renta Activa de Inserción».

El alcalde, Antonio Silván, conoció ayer de primera mano el funcionamiento de la institución. «Esta semana sobran seis camas», explica una de las profesionales del centro. Tienen derecho a dormir y desayunar en él durante cinco días, luego hay que dejar paso a los demás. «Es para situaciones transitorias», explico el propio alcalde. El Hermano Amador, Ascen y Laureano. «Son ellos los verdaderos protagonistas de esta visita». Realizan una labor verdaderamente callada y eficaz «para dar y atender las necesidades de las personas que carecen de hogar y de cualquier tipo de ayuda. Necesitan atención social y este hogar forma parte de la agenda social del Ayuntamiento y de todos los leoneses», explicó al alcalde.

376 personas han pasado por las instalaciones en lo que va de año. Seis de cada diez no tienen recursos económicos o están en situación muy complicada como para gestionarlos. Sólo el 5% recibe la RAI porque entre sus exigencias está la de tener garantizada una residencia fija. «Aquí tienen atendidas las necesidades básicas para dormir y desayunar o asearse por lo menos».

«Ojalá este hogar atendiera a menos personas. Eso significaría que la sociedad puede atender las necesidades, pero mientras eso no ocurra, ahí va a estar el Ayuntamiento y ahí van a estar quienes con su trabajo callado cumplen con esa labor social». Son cerca de una veintena.

Ayuntamiento y trabajadores del centro así como resto de grupos políticos municipales están trabajando en la elaboración del reglamento del Hogar del Transeúnte para marcar las normas de convivencia. «Es parte de nuestro compromiso», aseguró Silván. «Serán los técnicos los que tengan la palabra final, pero hay que dotarlo de normas de funcionamiento».

Desde el pasado mes de febrero funciona el Servicio de Acogida Diurna. Atendió a 349 personas el año pasado y lleva recogidas a 140 en lo que va de 2015. Enero, mayo, noviembre y diciembre son los meses de más actividad.

Aplauso social

«Me gustaría hacer un reconocimiento público y dar un aplauso social a la labor eficiente que hacen las persona que trabajan aquí. Y extenderlo a todas las personas que de una forma voluntaria trabajan en todos los ámbitos sociales de la ciudad de León». Las necesidad están «bastante atinadas para la necesidades que hay», explicó el alcalde. «Hay situaciones excepcionales y una labor de integración y rehabilitación que es muy importante. Nadie estamos exentos de estar aquí algún día. Ascen ha visto a mucha gente que en tiempos de bonanza paseaba por la calle y luego ha tenido que venir aquí», resumió Silván.

«El perfil ha cambiado un poco por la situación económica. Ahora tenemos también algunos hombres de más de 65 años, pero hay otros recursos que no son los nuestros, que les ayudan mejor. Ha bajado la tasa de inmigrantes, sobre todo la de marroquíes. Ha habido empresarios a los que les han embargado la empresa y tienen que estar aquí», explica Ascen. El voluntariado es de los hermanos de San Juan de Dios. «Se va valorando la situación de cada una de las personas que llegan. Sabemos que recorren toda España y que el invierno en León es duro, pero son condiciones muy subjetivas». El drama de quienes piden en la calle tiene una sensibilidad especial para el Ayuntamiento. «Debe primar el sentido común por encima de todo y la tolerancia social. Es evidente que esas personas que piden no lo hacen por voluntad, sino por obligación y lo que tratamos es de prestarles una atención personalizada a través de los distintos centros y las instituciones. El aspecto social es integral y esas asociaciones privadas que existen, también prestan esa atención y lo que hay que hacer es atender a esas personas y tratar de llevarla a centros de acogida»