Alertan a los funcionarios de Villahierro sobre una posible amenaza anarquista
Interior distribuye una circular exigiendo que se vigilen de forma especial los paquetes postales que lleguen estos días.
Imagen de archivo del Centro Penitenciario de Villahierro.
Los funcionarios del Centro Penitenciario Provincial de Villahierro extremarán esta semana que comienza mañana las medidas de seguridad habituales, esta vez ante la amenaza de un posible ataque anarquista que según Instituciones Penitenciarias, podría producirse entre los días 23 y 30 de agosto.
A pesar de que la advertencia tiene carácter nacional, profesionales de la prisión afincada en Mansilla de las Mulas han reconocido a este periódico que existe una cierta preocupación y que se han aumentado en los últimos días las medidas de seguridad.
El Centro Penitenciario de Villahierro ya ha sido objeto de incidentes protagonizados por internos anarquistas. En abril de 2013 Roberto Carlos Fernández Pardiñas, un reo gallego (la mayoría de la población penitenciaria anarquista de León procede de Galicia) realizó varias pintadas en la sala de televisión del módulo 14: «Stop desahucios, karceleros de mierda, chivatos fuera» por lo que fue sancionado con una propuesta de entre tres y treinta días de prohibición de actividades comunes. Actualmente, la población anarquista reclusa no es demasiado numerosa. Los presos de estas características están repartidos por varios centros penitenciarios de todo el país.
La Guardia Civil ha tenido acceso a un cartel conmemorativo que figura en las redes y que explica este llamamiento a la violencia. Sobre un fondo negro el texto es elocuente: «La semana internacional de la solidaridad es una llamada a solidarizare con l@s pres@s anarquistas secuestrados por los estados en tantos lugares del mundo y que no se doblegan ante el cautiverio impuesto».
La misiva insiste: «Que se iluminen las tranquilas noches y que la solidaridad con nuestros hermanos se haga praxis atacando, saboteando o destruyendo todo aquello que nos controla, que nos adoctrina, que nos amansa y que nos hace súbditos o que pretende que seamos meros espectadores de un presente de miseria».
«Por eso, ante el encierro de l@s rebeldes no cabe la resignación, sino el deseo inquebrantable de ver este mundo arder. ¡Fuego a las cárceles y a los carceleros. Muerte al Estado y viva la anarquía», finaliza el cartel distribuido previsiblemente desde Sudamérica, ya que los investigadores consideran que el castellano en el que está redactado el texto tiene claras connotaciones de aquella zona de América del Sur.
El Ministerio del Interior ha redactado un documento interno, que se ha hecho llegar a los centros penitenciarios y del que se tiene constancia en León. Este periódico trató de recabar en la últimas horas la versión oficial de la institución penitenciaria, pero no resultó posible. A nivel extraoficial, los profesionales si reconocen el asunto: «Algo tiene que haber porque se han extremado las medidas de seguridad esta semana o por lo menos, son más intensas que otras veces».
Intensificación
Interior tiene constancia de «una intensificación» de las actividades terroristas de estas características «desde el pasado mes de febrero. A estos grupos se es atribuyó «el envío de sobres y paquetes postales a diferentes centros penitenciarios conteniendo un polvo blanco que obligó en varios casos a activar la alarma bacteriológica». Afortunadamente resultó ser una falsa alarma, pero en cualquier caso sirvió para poner sobre aviso.
«Se ha detectado que la actividad orgánica en forma de reuniones y conferencias y la participación de diversos colectivos nacionales en actividades de apoyo a presos anarquistas no ha cesado, por lo que se puede considerar que esta amenaza es imprevisible como reflejo fiel de su propia filosofía anárquica», explica el documento que Interior ha remitido a Instituciones Penitenciarias.
La circular explica cómo actuar en el caso de que el centro penitenciario reciba algún paquete de estas características y la forma de operar.