Los pensionistas cobran hoy 5.000 euros más al año que hace una década

El difícil equilibrio del sistema público de pensiones no sólo se rompe por la base por el hecho de que cada vez haya más perceptores y menos trabajadores en activo cotizando, sino por la evidencia de que los nuevos pensionistas cobran, pese a la contención en los incrementos de los últimos ejercicios, mucho más que los que van abandonando el sistema. De hecho en el caso de la provincia de León, sólo en una década los nuevos pensionistas que se incorporan al sistema cobran de media más de 5.000 euros al año por encima de las percepciones de los que ya llevan al menos una década jubilados.

Una proporción que se expandirá además a corto plazo, cuando accedan al sistema de pensiones los trabajadores que iniciaron su andadura laboral en los años 60 (el baby boom), que no sólo han tenido una vida laboral larga de cotización sino que en los años que se contabilizan para calcular la jubilación vivieron la época de mayor incremento salarial. Para sostener este colectivo creciente enfrente se encuentra un bloque de trabajadores que se ha reducido alarmantemente en los últimos años, y que además cotiza por salarios sensiblemente más inferiores. Y así lo hará en los próximos años: el empleo que se crea, precario y pobre, aportará a las arcas públicas una cantidad a todas luces insuficiente para abastecer los derechos de prestación de toda una generación que ha cotizado muchos años y por salarios bastante más elevados.

En el último ejercicio contabilizado pormenorizadamente desde el punto de vista estadístico (2013) la nómina de pensionistas de la provincia se situaba en 143.821, esto es, 4.602 personas más que diez años antes. En la década anterior los ingresos medios anuales del conjunto de los pensionistas se situaban en 9.471 euros, y desde entonces han registrado un incremento de más del 42%, hasta situarse en los 13.461 euros. Es decir, el conjunto de las pensiones le costaron al sistema en la provincia 620 millones de euros más en el último año que una década antes. Una cantidad que no deja de crecer, incluso a nivel general (en León el alto índice de envejecimiento sólo complica esta ecuación): el próximo año, según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, el gasto en pensiones crecerá un 2,8%, a pesar de que la revalorización será sólo del mínimo legal permitido, un 0,25%.

Por lo que se refiere a la pensión media que se cobra (o la suma de las percepciones que se reciben por este concepto), los pensionistas que llegan ahora a los 65 años tienen unos ingresos medios de 17.376 euros, es decir, 5.272 euros más que lo que cobraba este grupo hace diez años.

Entonces los nuevos jubilados percibían de media poco más de 12.000 euros, que ya suponía un incremento de 3.670 euros sobre los que superaban los 75 años, cuya percepción era de 8.434 euros.

A día de hoy los nuevos jubilados cobran casi 17.400 euros al año, frente a los algo más de 12.300 euros de los pensionistas que ya tienen más de 75 años.

Con otra particularidad: el grupo de perceptores de entre 56 y 65 años es hoy de 21.437 personas, casi 8.000 más que hace una década. También ha crecido el número de perceptores de más de 75 años, en casi 10.000. En cambio, se reduce el de pensionistas en el tramo entre 66 y 75 años.

Este incremento en el número de pensionistas y sobre todo en el volumen de sus percepciones se sostiene sobre los ingresos de un colectivo laboral que cotiza mucho menos de lo necesario para mantener el equilibrio de la hucha de las pensiones, el Fondo de Reserva.

El envejecimiento de la población juega también en un doble sentido: la esperanza de vida es mayor, y el número de jóvenes cada vez menor.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reiterado este mismo fin de semana que mantener y mejorar el sistema de pensiones es uno de los grandes retos; y ha llamado a la calma: «Yo en este momento estoy muy tranquilo con el sistema de pensiones de este país. Podemos estar muy tranquilos con este asunto», porque «en el futuro habrá más y mejores pensiones».

De momento el Gobierno, desde 2011, ha puesto en marcha reformas como el retraso de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años; y ampliado el período de cotización para calcular la jubilación de 15 a 25 años. Además de establecer el Factor de Sostenibilidad para fijar el incremento mínimo de las pensiones en un 0,25%.

El PSOE advierte de un importante desfase en el Fondo de Reserva de las Pensiones, del que se han sacado 46.000 millones en esta legislatura. Quedan algo menos de 40.000 millones para afrontar unos gastos extraordinarios que cada vez son más cotidianos.