Los juzgados dejarán de acoger 350 subastas al año, que pasan a Internet

A partir del 15 de octubre las 350 subastas judiciales que se celebran anualmente en León se realizarán por Internet, según ha anunciado el Gobierno, que pretende con esta medida «dar transparencia al procedimiento» y, a su vez, «obtener el mayor rendimiento posible de la venta de los bienes», según consta en el Boletín Oficial del Estado que regula la puesta en marcha del Portal Electrónico de Subastas, desde donde se gestionarán todos los procesos y que hará que las subastas con presencia física en los juzgados pasen a la historia. En lo que va de año ya se han celebrado 23, aunque la cantidad mensual es muy variable.

El servicio telemático no repercutirá en el funcionamiento de este área ni en su personal, aunque en los ordenadores de los juzgados leoneses aún no se ha instalado el programa para digitalizar el proceso de las subastas ni formado a los funcionarios de esta sección. Hace ya algunos años que las gangas provocadas por la crisis se acabaron y con ellas también las presiones que había entre los subasteros para reducir la competencia ante las pujas. El hecho de que ahora los subasteros tengan que ingresar el 25% del valor de tasación del bien también ha reducido la presencia de estos cazachollos, con lo que cada vez es más raro que a las subastas de los Juzgados de León acudan postores, ya que gran parte de ellas quedan desiertas con lo que el ejecutante o el acreedor vuelven a quedarse con los bienes.

Para poder participar en una subasta electrónica el usuario tan sólo tendrá que registrarse y darse de alta en un único portal, lo que le dará acceso a todo tipo de subastas, según recoge la normativa, lo que le dará licencia para presentar sus pujas. Otra de las ventajas que recoge es que las subastas telemáticas permitirán «ahorrar significativamente los costes de alojamiento, mantenimiento y desarrollo de la base de datos» a lo que añaden que las subastas presenciales «adolecen, hoy por hoy, de serios inconvenientes como la falta de publicidad, ya que se anuncian escasamente y su limitada difusión dificulta enormemente la concurrencia, lo que genera, a su vez, una escasa participación», añadiendo que obliga a los interesados en el bien a desplazarse, mientras que ahora desde que un lugar se puede pujar por un bien de cualquier provincia.

Teniendo en cuenta «la seguridad jurídica que debe ser una constante», en la normativa se especifica que «la subasta electrónica tiene hoy innumerables ventajas, pues permite multiplicar la publicidad de los procedimientos, facilitar información casi ilimitada tanto de la subasta como del bien y, lo más importante, pujar casi en cualquier momento y desde cualquier lugar, lo que genera un sistema más eficiente para todos los afectados».