«Sólo quiero que me hagan un juicio justo; sé que me van a acusar y no sé de qué»

Carlos H.F., al que la Policía Nacional atribuyó el papel de líder de la trama que supuestamente estafó cinco millones de euros a las aseguradoras de automóviles con partes de accidentes simulados o falsos, considera que es «víctima de las envidias» y se siente inocente. «Hay un informe de la Agencia Tributaria de acuerdo al cual mis ingresos son lícitos. Aún así, me van a acusar aunque no sé de qué. Yo solamente pido un juicio justo», explicó ayer en manifestaciones a este periódico.

«Toda esta causa es un poco alarmista y no entiendo la razón. Hay un informe de la Agencia Tributaria elaborado por el abogado jefe de Castilla y León que dice que se conoce el origen de mis ingresos y que son lícitos. Y que el Estado no se personará contra el sospechoso porque si existe una estafa no puede existir delito contra la Hacienda Pública. El dinero es lícito, por lo que no puede haber una estafa. Yo no podría tributar por un dinero que se ha obtenido de forma ilícita. Es la misma teoría con la Operación Nécora. No se puede acusar de blanqueo de capitales a alguien que consigue el dinero a través de una estafa. Se podrían emprender acciones con otros a procedimientos, pero no de este tipo», explicó el sospechoso a este periódico.

«No hay delito»

«Se me está vilipendiando de forma injusta. Hay un auto de diciembre de 2013 dice que no hay ningún delito punible contra nosotros. Hay otros 17 autos estimados por la Audiencia Provincial de León también. Por eso la causa se haya tenido que volver a abrir, sobre investigación de lo que ya estaba investigado», lamentó el imputado.

«Que me van a acusar está claro, pero no se de qué», afirma. «Quiero un juicio justo, no un juicio paralelo. El pasado no puede ser imprevisible, pero el futuro sí puede ser incierto. Lo que está en actuaciones, está en actuaciones. Desde que empezó la causa, han cambiado mucho las cosas. Se me atribuye un montante de fraude de cinco millones de euros. Hay un informe último de mayo de 2015 en el que dice que mi mujer ni es cooperadora ni autora de ningún delito contra Hacienda Pública. ¡La cuota a pagar tras la investigación es cero!». Se le pregunta entonces por el motivo de la acusación y por qué la causa no es archivada si realmente entiende que no hay un sustento legal para continuar con el procedimiento: «Su señoría puede hacer lo que quiera. Hay jueces que prevarican y nadie les dicen nada. Se me acusa de estafa procesal, que consiste en engañar a los jueces con pruebas falsas. A día de hoy aún no existe ningún procedimiento. Sólo quedan tres compañías personadas en la causa y no explican en qué procedimientos hubo estafa y tampoco por qué no han sido imputadas, cuando en realidad me relacionan con delitos cometidos por terceros. Nunca he recibido ninguna denuncia de nadie. ¿Cómo pueden acusarme de estafar cinco millones de euros y no tengo ninguna denuncia de nadie?»

«Las 160 cuentas que me atribuye eran de otros tantos clientes. En el banco, que yo trabajaba con ellos, había otras empresas de accidentes y se me tacha de hacer algo cuando hay otras compañías que usan esa misma sucursal. Es mentira lo que dice el informe. Lo cotitularidad de una cuenta no otorga la copropiedad. Si supuestamente yo soy el propietario de un dinero que ha cobrado fulanito, ¿como me van a imputar un dinero que no he cobrado?».

Arma de fogueo

El arma de su propiedad hallada en el registro «fue un regalo. No tenía balas y mide 6 centímetros. La iba a exponer en una vitrina pero no tuve tiempo. No tenía borrado el número de serie, era de fogueo. La cogí, ignorante de mí, pero lo desconocía. Nunca aparecieron dos pistolas».

Otro dato: «El Colegio de Abogados se retiró de la acusación tanto de tráfico de drogas como de las causas que quedaban pendientes. Lo hicieron porque entendían que no existía objeto de acusación. Es muy significativo, pienso yo».