TRIBUNALES
Montserrat y Triana irán a juicio el día 30 por la droga
La fiscal solicita dos años de prisión y 3.000 euros de multa
Montserrat y Triana, ante una plantación de marihuana de Carrizo de la Ribera
Montserrat González, asesina confesa de Isabel Carrasco, y su hija Triana Martínez se exponen a una pena de dos años de prisión y una multa de 3.000 euros en el juicio que se celebrará contra ellas en el juzgado de lo Penal número 1 de los de León el próximo miércoles 30 de septiembre, a partir de las 10.00 de la mañana.
La defensa de las imputadas sostiene que la madre consumía el cannabis que se encontró en la habitación de su hija con fines terapéuticos, para aliviar severos dolores de espalda. Según su tesis, había puesto fin a esta práctica cinco meses antes de entrar en prisión y el material hallado, 620 gramos, era el sobrante de lo que no había consumido. Exige la libre absolución .
La fiscal considera que madre e hija son presuntamente culpables de un delito contra la salud pública: «Poseían la droga para traficar con ella». Refleja en su escrito de calificación provisional que el hallazgo se produjo durante un registro en su domicilio «debidamente autorizado» que respondía a las diligencias «por la muerte de una tercera persona». Había siete bolsas de marihuana que en el mercado habrían tenido un valor de 2.865 euros.
Durante el registro se encontró también material informático que al ser analizado, reveló la existencia de fotografías de las acusadas junto a una plantación de marihuana localizada en Carrizo de la Ribera, en el huerto de la casa de la madre de Montserrat, abuela de Triana.
Dolores de espalda
La defensa disiente. Explica que Montserrat sufría «fuertes dolores de espalda y de rodillas» desde 1996, por lo que se le prescribió analgesia y rehabilitación.
«Una amiga suya que sufría la misma enfermedad le aconsejó que fumara marihuana porque ella lo hacía y evitaba mucho el dolor. Por ese motivo le dio una pequeña cantidad para que la probara, hace tres años. El consumo era terapéutico, según su letrado defensor (el mismo que la representa en el caso Carrasco) y siempre fumaba antes de acostarse.
Triana, siempre según su defensa, tenía constancia de que su madre tenía marihuana en la habitación y que la utilizaba para fines terapéuticos, aunque no sabía la cantidad exacta, de acuerdo a su representación procesal, que afirma que la droga hallada estaba en mal estado para su consumo debido al tiempo transcurrido.
Para el juicio, están citados a declarar los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que estaban presentes en el momento del hallazgo. No declararán los peritos que realizaron el informe toxicológico de las imputadas ni tampoco el de los expertos que analizaron los ordenadores y soportes informáticos hallados en casa de Triana.