Menor calidad y con menos garantías
El Recinto Ferial es la parte del complejo del Palacio de Congresos que se levanta de cero, en lugar de ajustarse a la rehabilitación de la antigua Azucarera Santa Elvira. El edificio cuenta con 9.000 metros cuadrados que pueden dividirse en tres espacios proporcionales para ajustarse al tamaño de la feria que se quiera acoger o, incluso, para varios eventos simultáneos. Su elemento más característico es la cubierta, compuesta por 4.400 paneles fotovoltaicos con capacidad para generar 1,1 megavatios y abastecer a la infraestructura.
La fachada del Recinto Ferial está compuesta por dos muros cortina, interior e interior, que disponen de «un perfil de aluminio colocado sobre estructura portante de acero, con rotura de puente térmico, con modulación aproximada de 1.500 milímetros en ancho y altura variable, y acristalamiento con vidrio laminado securizado/templado y espesores en función del cálculo», según consta en el proyecto firmado por Dominique Perrault. Las constructoras querían cambiar el vidrio por otro de menor calidad y resistencia, lo que comprometía la seguridad, según hicieron constar los técnicos municipales que aconsejaron que se rechazara la propuesta trasladada desde Dragados y FCC.