Silván mantiene a Llamas pese a que inició la obra de su negocio sin licencia

Ni hay dimisión, ni habrá cese. El alcalde, Antonio Silván, despacho ayer con una carcajada la pregunta sobre si atenderá la petición del PSOE para destituir al concejal de Comercio, Consumo y Fiestas, Pedro Llamas, a quien los servicios urbanístico paralizaron la obra de un restaurante propio de la franquicia Kentucky Fried Chicken (KFC) que había iniciado sin licencia. No habrá depuración de responsabilidades porque «es una empresa que tiene unos socios y que se ha actuado de esa manera», como justificó el regidor, quien obvió que el edil es el administrador único de la sociedad y se centró en suscribir el argumento de defensa ya planteada el miércoles, cuando el PSOE destapó el caso. «También quiero decir que no hay levantado ninguna obra, que esa licencia se solicitó, no está concedida y que esas obras que podían iniciarse en ningún caso se van a iniciar sin la licencia oportuna», expuso el primer edil.

Silván esquivó el resto de interpelaciones bajo el mantra de que hay que «reconocer que los funcionarios y trabajadores del Ayuntamiento de León han actuado de manera diligente con arreglo a la normativa urbanística y tomando unas decisiones ante una situación que se ha planteado. «Se ha actuado de oficio como se debe actuar, se debería actuar y se seguirá actuando esté quien esté detrás», remarcó, antes de admitir que sí que ha hablado con Llamas, pero sin desvelar el contenido. «El equipo de gobierno en su totalidad tiene mucho trabajo por delante, todos, casi 24 horas son pocas, porque queremos sacar esta ciudad todo lo que tienen y muchísimo más», zanjó.

Casi a continuación saltó el portavoz del PSOE, quien volvió a reclamar la dimisión y acusó a Llamas de «mentir sobre el alcance de los trabajos realizados en el solar», ubicado en el esquinazo de Alcalde Miguel Castaño con Fernández Ladreda. Unas labores que el concejal del PP encuadró como «obra menor», pero que no encajan con la realidad en la que se ha ejecutado «la cimentación, la solera y el saneamiento, pese a no contar con ninguna autorización de obra». «Es un ejemplo nefasto y su continuidad en el Ayuntamiento enturbia la imagen de la institución y lanza el mensaje a los leoneses de que no todos somos iguales y de que algunos tienen patente de corso», subrayó.

Diez, que aclaró que «anunciar empleos no exime del cumplimiento de la ley o de la ordenanza municipal», insistió en que no entiende que «su propio partido le haya defendido sin paliativos y que partidos que dicen ser de la regeneración justifiquen su actuación y culpen del retraso en la licencia a los funcionarios municipales que han actuado en éste, como en todos los casos, con un celo y una profesionalidad admirables».