Los comedores escolares pierden 300 alumnos tras tres cursos subiendo
Los padres buscan soluciones «aunque necesiten conciliar», según Felampa y docentes.
Desde el curso 12/13 el número de alumnos que eran usuarios de los comedores escolares ha ido creciendo en torno al centenar cada mes de septiembre, salvo este último curso, en que se ha notado un descenso de casi 300 estudiantes que ha dejado el número de usuarios de los comedores escolares en los colegios públicos en 6.274, según los datos facilitados por la Dirección Provincial de Educación. Desde la Federación Leonesa de Asociaciones de Madres y Padres (Felampa) como desde la Junta de Personal Docente de León achacan este descenso a la «mala calidad del servicio», que se suma a la aparición de gusanos en los menús que se sirvió la empresa Serunión en cinco colegios leoneses a principios del curso pasado.
«Se ha generado una desconfianza y los padres que han podido optar por otra solución familiar han sacado a sus hijos del comedor», concreta la presidenta de Felampa, Engracia Prieto, quien considera que 300 alumnos menos «son muchos» y que Educación «debería tomar nota al respecto, porque si más padres pudieran sacar a sus hijos del comedor, lo harían». En esta misma línea se manifiesta el presidente de la Junta de Personal Docente, Javier Fernández, quien señala que habiendo un comedor más este año —que se abrió en Cubillos del Sil— «el número de usuarios disminuye, luego la calidad influye».
Los portavoces de los padres y los docentes insisten en la «necesidad de conciliar» de las familias y que, por este motivo, recurren al comedor escolar. «Las familias necesitan el servicio», insiste Engracia Prieto tras recordar que la mayor parte de los usuarios de los comedores son pequeños que acuden los cinco días de las semana y que muy poco son esporádicos. «Nadie lleva a sus hijos por gusto», sentencia el representante de los maestros y profesores.
Comisión de comedor
Desde la Felampa remarcan que la Comisión de Comedor, creada por la Junta a raíz de los hechos surgidos en León, aún no se ha reunido en la provincia, aunque está previsto que se convoque entre esta semana y principios de noviembre. Apelando a la necesidad de las familias de recurrir al servicio a pesar de «la mala calidad», tanto Prieto como Fernández insisten en exigir la rescisión del contrato a la empresa de cátering, la gestión pública de los comedores, la cocina insitu y comida de la zona. A mayores, el representante de los docentes recuerda «el trato discriminatorio» a la provincia y a los colegios leoneses, después de que en Segovia por aparecer una tuerca en un plato sí se rescindiera el contrato a la empresa Serunión.
«La gente no se fía del sistema, los niños dicen que está malo y para la calidad que ofrecen es caro, además de la falta de uniformidad en los precios», sentencia Javier Fernández.