Diario de León

Fernando Rey. Consejero de educación

«El empresario debe concienciarse de la importancia de sumarse a la formación»

Un pacto de Estado que dé estabilidad al sistema educativo e impulsar la Formación Profesional ante su éxito en la inserción laboral son algunas de las ideas del consejero de Educación, quien anuncia soluciones al conflicto de Olleros y de La Virgen del Camino, aunque avanza que, de momento, Villaquilambre deberá prescindir de un nuevo instituto.

El consejero de Educación en un momento de la entrevista.

El consejero de Educación en un momento de la entrevista.

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A. Calvo | León
León

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Fernando Rey tomó posesión como consejero de educación en julio y ya le parece que lleva en el cargo «toda la vida». Es catedrático de Constitucional de la Universidad de Valladolid y miembro Consejo Consultivo de Castilla y León. Junto con Juan Carlos Suárez-Quiñones forma la plantilla leonesa del equipo de Juan Vicente Herrera para este mandato, aunque su carrera profesional siempre ha estado ligada a Valladolid. Al frente de Educación ha tenido que enfrentarse a la polémica reforma educativa de la Lomce a la que le augura un periodo de negociación tras las próximas elecciones generales de diciembre para conseguir el consenso que no obtuvo en su puesta en marcha y remontar un periodo de recortes en materia educativa.

— ¿La Educación ha sido una de las grandes perjudicadas por la crisis?

— Sí, la crisis ha reducido mucho las inversiones. Tenemos un gran patrimonio educativo y nuestro modelo, que apuesta por sostener las escuelas en el medio rural a partir de cuatro alumnos, obliga a hacer un sobre esfuerzo extraordinario.

—Un tema de actualidad son las protestas de los padres del CRA de Olleros de Sabero. ¿Cómo se encuentran ahora las negociaciones?

—Estamos en vía de llegar a un acuerdo. Hemos hecho un esfuerzo importante en el que también ha mediado el leonesista Luis Mariano Santos. No me gusta demasiado que los padres estén en colegio donde deben estar sus hijos. Ha pasado mucho tiempo y una cosa es que se hable con los padres y otra que los hijos no estén yendo a clase. Eso no me satisface demasiado. Y si los padres ocupan el lugar de sus hijos a estos no les hacemos ningún favor, y ellos son siempre el interés superior.

—¿Qué análisis realiza sobre este caso?

—Puedo comprender varias cosas, la sensación colectiva por estar en un valle minero y tener problemas adicionales, una psicología colectiva de mucha sensibilidad y exigencia. Al gobierno autonómico le preocupa muy seriamente la situación de las cuencas. Pero el año pasado este centro tenía 24 alumnos y este 22, y cuenta con el mismo cupo de profesores, 4,5. Esto arroja una relación profesor alumno alta. Se nos plantea la petición de aumentar las horas de los docentes para poder desdoblar más horas; parece razonable. Estamos buscando la fórmula, porque no podemos saltarnos las normas. Hay que entender la sensibilidad por atender el hecho diferencial y también el cuidado de no convertir un derecho a la igualdad en un privilegio inaceptable. Lucharemos por la equidad y defenderemos la escuela rural y las cuencas en el marco de las reglas.

— ¿Desde la consejería se tiene sobre la mesa alguna propuesta concreta?

—Estamos analizando si con unas horas más de profesor se puede desdoblar a tres horas o incluso más, con lo cual sería en todas las materias. Las conversaciones están muy avanzadas y estoy muy contento de la actitud del personal del centro.

— En la provincia de León ahora mismo la consejería tiene varios frentes abiertos. ¿Qué pasa con la ampliación del colegio de La Virgen del Camino y sus problemas con las horas de gimnasia?

— Tenemos un proyecto excelente. El único problema es que las parcelas son de titularidad municipal, estamos pendientes de que el Ayuntamiento nos designe la parcela, para poder proceder a la ampliación. Tenemos que ver una solución para la Educación Física, el uso compartido del gimnasio parece razonable, pero siempre que se garantice la seguridad de los niños. Tenemos que analizarlo.

—La tercera pata en discordia es Villaquilambre. ¿Qué pasa con el colegio Los Adiles?

— Son casos diferentes. Estamos en conversaciones. Tras los presupuestos se ha abierto un periodo de negociación y diálogo y seguro que se conseguirá una ampliación satisfactoria para el municipio. Hay que determinar la cantidad y el procedimiento, sólo hay que buscar la fórmula.

—¿Y la demandada construcción del instituto?

— La legislatura pasada no se construyó ningún centro de secundaria. Este año podremos construir algunos. Las peticiones son muchas. Los criterios objetivos son poblacionales y la mayor o menor proximidad a los centros a los que están siendo derivados ahora los chicos.

—Así las cosas, ¿cuál es la situación del municipio leonés?

—La situación geográfica del municipio dice que hay tres unidades poblacionales que se encuentran equidistantes a la ciudad, a León. Donde hay institutos a pleno funcionamiento y de mucha calidad y que, si por otro lado dejaran de contar con los alumnos de Villaquilambre entraríamos en otro problema. La propia experiencia y basándonos en un concepto de recursos escasos y de líneas estratégicas aconseja a no aprobar esa opción en este momento.

—El mantenimiento de los centros de secundaria y los institutos depende de la consejería. Hay un informe de los sindicatos que revela que casi el 70% tiene problemas.

— Somos conscientes de que tenemos un problemas en cuanto a nuestro patrimonio escolar. También lo hay en los pueblos y hay un convenio con las diputaciones. Tenemos un problema porque los años de la crisis han golpeado severamente este capítulo. Este año se podrá mejorar mucho, aunque no sólo nos preocupan las obras de reparación, mantenimiento y sustitución, si no también los equipamientos, sobre todo en FP.

—En relación a la Formación Profesional. ¿Qué está ocurriendo con la FP Dual que no acaba de cuajar?

—Aún está naciendo. Necesitamos dar un salto cualitativo y de calidad en la relación con las empresas. La FP Dual es una formación casi a medias y casi a medida entre las empresas y Educación. Por nuestra parte se requiere más flexibilidad en cuanto a los diseños y la elección de las familias formativas, los estudios. Y los empresarios necesitan concienciarse aún más de las oportunidades de mejora que supone participar en este tipo de formación.

—¿Qué medidas plantea?

— Habrá que fomentar una manera de colaboración y no sólo responsabilizar a las empresas. Tenemos que buscar fórmulas. Estamos elaborando el plan de FP para toda la legislatura, es un asunto fundamental, porque nos preocupa mucho la inserción laboral y la FP es un itinerario activo de éxito laboral en el que el 65% de los titulados logra empleo antes de año y medio de acabar de sus estudios. El sistema educativo es verdad que, de momento, va por un lado y el sistema laboral va por otro.

—También se está implantando la nueva FP Básica.

— La FP Básica es una formación seria, aunque algunos pensaban que sería fácil. Si tienes alguna dificultad vete a la FP Básica, pensaban y era una orientación oficiosa, y no es seria.

—¿Cómo está funcionando?

— Es prematuro, estamos ante el segundo año de implantación, para obtener conclusiones determinantes. Y ahora cualquier análisis del sistema educativo está condicionado porque estamos en campaña preelectoral. Hay absentismo y fracaso escolar, pero es prematuro para obtener conclusiones. El año pasado arrancó con 388 alumnos y este año cuenta con 568. De estos, 148 están en segundo. La tasa de abandono del año pasado fue del 11% durante el curso y otro 40% de los que acabaron el primero curso decidieron no continuar.

—¿Es necesario impulsar en León más la FP?

— Por su puesto. Sí, hace un falta un salto. Se trabaja mucho y bien, pero es una enseñanza aún desconocida, aunque tiene un alto grado de satisfacción entre los alumnos.

— Universidad, Ayuntamiento y Diputación provincial están buscando la fórmula para desarrollar el turismo idiomático. La Escuela Oficial de Idiomas, que depende de la consejería, ha dicho que también le gustaría sumarse a este proyecto. ¿Se unirá la Junta?

— La idea de un consorcio para fomentar el turismo idiomático me parece una idea feliz. Hay campo de desarrollo, ya vienen alumnos, pero tienen que venir muchísimos más, ya van a Salamanca pero tienen que venir a todo el territorio. Tenemos mucho que aportar, porque mientras aprenden español hacen contactos, cursos... Si no hay algún obstáculo insalvable o límite de tipo jurídico, si se puede, me parece fantástico sumarnos.

— Tras las oposiciones de profesores, prepara para el año que viene una convocatoria de maestros. ¿Sabe ya cuántas plazas podrán sacarse?

—Hasta el 31 de diciembre no se sabrá con exactitud. Será un número importante, en torno a 600 o puede que sean más. Lo que no será es menos. Eso nos permite un cierto respiro.

—Pero no cubrirá la tasa de interinidad, que en León supera el 15%.

—Es una tasa alta. Teníamos una tasa baja que ha subido con la crisis porque no se han podido convocar oposiciones. Un gran número de profesores se han jubilado y no se podían sustituir por profesores nuevos y hemos tenido que acudir a interinos. Pero tenemos la plantilla ajustada. Bastante ajustada. Tampoco les hemos pedido a los profesores un esfuerzo desproporcionado profesionalmente. Hemos ajustado la plantilla de profesorado a las necesidades reales que tenemos. En Castilla y León tenemos una relación de alumnos/profesor bastante baja sobre todo en el medio rural y también en la ciudad, que estamos por debajo de la media. Es un elemento importante para que tengamos calidad, eso ayuda a que Castilla y León esté arriba en los ránkings, porque la relación profesor alumno es bastante equilibrada.

— En Segovia ya se está procediendo a la rescisión del contrato a Serunión. ¿Por qué allí sí y aquí no?

—Son casos distintos. El asunto debuta en León y en Segovia se produce después por la misma empresa. Hay una cierta reiteración, con lo cual agrava la respuesta. El problema de los gorgojos en León no afecta potencialmente a la salud, aún siendo grave, y la ingesta de una tuerca podría haber sido potencialmente lesivo. En el asunto de León se impuso una multa por una enorme cantidad de dinero. Hemos sido ejemplares en cuanto la respuesta, que tiene que ser dura y equilibrada. En Segovia se está resolviendo el contrato en relación al lugar donde se ha producido el problema. Cada problema debe atenderse en función de la naturaleza del caso. Serunión es una empresa líder, es nuestra concesionaria más importante, presta alimentos en otros ámbitos y lo hace a plena satisfacción. Me consta también que ha tomado medidas para mejorar sus servicios y nuestra relación con ella es de plena confianza y de pleno rigor en la sanción.

—¿Las becas están llegando a todos los niños que las necesitan?

— Sí están llegando. Éste un asunto especialmente sensible porque he convertido la equidad en el leitmotiv de la legislatura. El lema de la consejería tradicionalmente ha sido ‘Castilla y León educa bien’ y en esta legislatura se ha cambiado a ‘Castilla y León educa bien para todos’. Los niveles más bajos de renta están totalmente cubiertos, en matrícula, gasto de libros, materiales, transporte, comedor, ayudas para la conciliación... Se puede discutir si los umbrales de renta en los que se pone el tope son los ideales, pero cuando haya más libertad presupuestaria iremos ampliando.

— Castilla y León es la tercera comunidad con las tasas universitarias más altas. Con la mejora económica, ¿se plantea alguna rebaja?

— No. En el 2012 subió muchísimo, son altas en términos comparativos, pero no hay tanta diferencia respecto a la cuarta y a la quinta comunidad. No son desproporcionadamente altas. Las tasas son altas sí, pero el alumno y su familia pagan el 15% del coste real de los estudios. Es verdad que su familia también paga impuestos por otro lado, pero el margen del 15% no me parece desprocionado, sí y sólo sí, lo compensamos con un sistema potente de becas para aquellos alumnos que no poseen un nivel alto de renta. Hemos hecho un esfuerzo adicional con becas autonómicas que es complementario al del Estado. El año pasado hubo en León 306 alumnos becados por la Junta. Esta elevación de tasas nos ha permitido sanear las cuentas de las cuatro universidades públicas, que tenían una deuda millonaria.

—Las universidades están perdiendo matrícula...

— No me preocupa perder el número de alumnos, me preocupa que sean universidades de calidad. No se trata tanto de cantidad, como de calidad. En Castilla y León y en España hay una desproporción en términos universitarios. Pero lo que no puede darse es que una persona que quiera estudiar no pueda hacerlo por motivos económicos. Porque todo lo que se ha aumentado de tasas de matrícula ha ido derecho a las propias universidades, que también han puesto sus becas.

— La Lomce ha sido un caballo de batalla que trae consigo el conflicto de la Religión.

—El lugar de la asignatura confesional en el currículo educativo es una cuestión conflictiva de modo permanente desde que se recuperó la democracia. Pero no es un asunto que en sí mismo impida que haya un gran pacto de Estado por la Educación, se trata de alcanzar un equilibrio razonable. Hay que dar seguridad y confianza a los 736 profesores de Religión que dan clase en Castilla y León, de los que 133 que lo hacen en la provincia leonesa en este curso. Es una cifra significativa. Por otro lado tenemos el marco constitucional que dice que los padres tienen el derecho a que sus hijos se formen en las propias convicciones. Este precepto constitucional se puede interpretar como que los escolares reciban algún tipo de formación religiosa en la escuela. El próximo curso, en Castilla y León se implantará la modalidad de religión islámica en algunos centros de Soria y, posiblemente, en otros lugares, porque es un derecho constitucional, estamos hablando de libertad educación e ideológica y religiosa.

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