El papa arremete contra «los trepas de la Iglesia que viven apegados al dinero»
El caso ‘Vatileaks 2’ recupera su discurso más crítico con la curia de la Santa Sede.
Las homilías que Francisco ofrece en las misas que cada día celebra a primera hora de la mañana en la capilla de la Domus Santa Marta, la residencia de la Ciudad del Vaticano donde vive, son una cita imprescindible para entender cómo piensa. En estos sermones improvisa y se deja llevar, saliendo del encasillamiento en que caen a menudo las intervenciones preparadas y los textos oficiales. En una de sus homilías de esta semana, el papa se refirió de manera indirecta al caso ‘Vatileaks 2’, el escándalo que ha estallado tras una nueva filtración de documentos confidenciales del Vaticano —con el ex ecónomo de Astorga, Ángel Lucio Vallejo, en el epicentro de los acusados—, que muestran la incapacidad estructural que padece la Santa Sede para gestionar sus recursos económicos sin cometer alguna irregularidad.
Bergoglio les pidió a los sacerdotes y obispos presentes en la homilía que venzan la «tentación» de llevar una «doble vida» en la que utilizan a la Iglesia para satisfacer sus ambiciones personales. Una vez más criticó a quienes están «apegados al dinero» y a los que, en lugar de servir al prójimo, aprovechan su posición para actuar como «trepas». «En la Iglesia están estos que, en vez de servir, pensar en los demás y sentar las bases, se sirven de la Iglesia. ¿Cuántos sacerdotes y obispos hemos visto así? Es triste decirlo ¿no?», se preguntó retóricamente Francisco, que en estos dos años y medio de pontificado ha realizado numerosos llamamientos para acabar con el «carrerismo» entre los eclesiásticos.
No es esta la única intervención reciente de Francisco que puede ser leída como una reacción a las resistencias internas que está encontrando para poner en marcha su idea de una Iglesia pobre y humilde. En una entrevista al diario para indigentes de Utrecht (Países Bajos) Straatnieuws , realizada el pasado 27 de octubre y cuyo contenido difundió ayer Radio Vaticana , Bergoglio advirtió de que un auténtico creyente «no puede hablar de pobreza o de los ‘sin techo’ y llevar una vida de faraón». Sus palabras parecen dirigidas a esos cardenales de la Curia romana que viven en lujosos apartamentos de 400 metros cuadrados y con varias monjas a su servicio. La conversación entre el papa y los redactores de esta publicación se desarrolló en la Domus Santa Marta.