«El presupuesto será participativo y en clave de ciudad, no política»

Al rebufo del «efecto llamada del AVE, León está de moda». «Sólo hay que salir a la calle, la ciudad está viva, lo dicen los hosteleros cuando hablas con ellos y quiero que lo digan pronto también los comerciantes, a los que no ha llegado todavía», recalcó ayer el alcalde, Antonio Silván, en El Filandón, la tertulia organizada por Diario de León y La 8 de Televisión de Castilla y León. Un foro en el que el regidor avanzó que el presupuesto municipal, que espera que esté presentados «en diciembre», será «participativo y en clave de ciudad, no en clave política», aunque avisó de que «la capacidad de inversión es escasa y, por eso, es tan importante llamar a otras puertas».

Silván incidió en que «la puerta de los fondos europeos, la puerta del Gobierno y la puerta de la Junta» serán claves en los proyectos de inversión de la ciudad porque «somos lo que somos» y «el campo de maniobra es muy pequeño». «Tenemos un plan de ajuste riguroso que limita los proyectos que podrían ser fundamentales, pero son las cartas con las que tenemos que jugar», explicó el regidor, quien apuntó que «da la impresión a veces de que en cinco meses y medio tenemos que hacer lo de cuatro años». En contrapartida a estas constricciones presupuestarias, el primer edil de la capital leonesa concedió que «la deuda ahora está ordenada» y permitirá que en las cuentas del próximo año «no se suba ningún impuesto» e, incluso, «haya alguno tan importante como el IBI que baje un 3% para que el dinero esté en el bolsillo de los ciudadanos que es donde debe estar».

Dentro de este marco, definido por los ingresos corrientes de la administración municipal, el alcalde animó al resto de los grupos políticos a que «hagan sus aportaciones» a partir del «diálogo, que debe ser el pan nuestro de cada día», aunque advirtió a la oposición, «permeable y que quiere lo mejor para León», de que las decisiones tiene que tomarlas el equipo de gobierno». «Me gustaría llegar a un acuerdo no con un solo grupo, sino unánime, pero sé que es difícil», señaló.

Presente prometedor

Más allá de las cuentas municipales, Silván centró su discurso en que León vive «un presente prometedor» gracias a la llegada del AVE que, ha metido en la ciudad «65.000 viajeros en un solo mes», y afianzó que «hay que aprovechar esta ola en la que estamos y ser capaces de participar todos». «Nuestro valor inmediato es esa actividad turística y eso tiene que generar actividad», afirmó el alcalde, tras recalcar la necesidad de «poner en valor la riqueza cultural, histórica y gastronómica» y apostar por «la complementariedad de la promoción de la ciudad con la provincia». Una estrategia desde la que el primer edil ensalzó al turismo como «uno de los elementos sobre los que debe pivotar la ciudad», junto con «el sector biofarmacéutico y las nuevas tecnologías ligadas al Incibe».

No dejó pasar la ocasión el regidor para poner el foco sobre uno de las iniciativas de referencia del inicio de mandato. Silván subrayó que la red de calor que está programada en Eras, en una primera fase para abastecer a los edificios públicos y después para dar servicio a las comunidades de vecinos que quieran adherirse, es «un proyecto de vanguardia». El dirigente del PP citó como ejemplos similares «san Petesburgo, Copenhague o Valladolid», que «no son sospechosos», e insistió en que se trata de «ganar en eficiencia energética: dar calor con un coste menos gravoso», puesto que «se reduce la factura entre un 30 y un 40%», y «con materia prima autóctona» que «reduce las emisiones a la atmósfera». «Lo que sale por la chimenea es vapor», aseguró, al ser preguntado por las críticas sobre la caldera que está previsto ubicar en una parcela municipal entre el instituto y el Centro del Fuego.