La Diputación de León reclama a Galicia parte de los Ancares por un error de frontera

En la frontera entre León y Lugo, en pleno corazón de la Reserva de la Biosfera de los Ancares, cerca de dos kilómetros cuadrados de terreno de monte de utilidad pública han alterado las frontera tradicional entre Galicia y la provincia. Desde hace dos décadas el límite de León con de la vecina comunidad autónoma —reflejado en las bases cartográficas del Instituto Geográfico Nacional— no se corresponde con el registrado por el mismo organismo en 1951. El error que persiste en la última revisión de este documento del año pasado quiere ser subsanado ahora por la Diputación.

Se trata de una lengua de terreno —en forma de cuerno— en el municipio berciano de Candín y perteneciente a la pedanía de Suárbol y en menor medida a la de Balouta, que desde 1995 aparece registrada en el vecino concello lucense de Navia de Suarna, en parte de las poblaciones de Piornedo y Murias de Rao.

El Palacio de los Guzmanes, según ha podido conocer este periódico, ha decidido reclamar al Ministerio de Fomento que revise los límites provinciales entre León y Lugo, en el extremo noroeste del municipio de Candín. Este trámite para recuperar la frontera original se demanda en el marco de actuaciones previstas por el Estado en la Base Cartográfica Nacional para el año 2015 de edición de conflictos de solapes y falta de coincidencias en 43 provincias del país.

La alteración de estos límites afecta fundamentalmente a una carretera de la red provincial, cuya titular es la Diputación. Se trata de la vía que parte de Vega de Espinareda y finaliza en el límite con Lugo, que con la modificación territorial mencionada zonas de su trazado han terminado en la vecina provincia. El vicepresidente de la Diputación, Francisco Castañón, indica que no se trata de una disputa de terrenos con Lugo, sino que están convencidos de que todo es fruto de un error cartográfico que «debe modificarse para todo esté en orden, ellos no tienen intención de reclamar nada ni quedarse con nada».

En la misma línea se expresa el diputado de Fomento y vicepresidente para el Bierzo, Ángel Calvo. Resaltó, incluso, la colaboración que existe entre ambas provincias a la hora de actuar a ambos lados de la frontera en caso de nevadas con máquinas que «no entienden de límites territoriales».

Mientras, el alcalde de Candín, José Antonio Álvarez Cachón, reconoce que «gran parte de la responsabilidad de no haber subsanado antes esta alteración del límite de la línea histórica ha dependido en gran manera de nuestro ayuntamiento, cuyos responsables no se personaron cuando fueron llamados para ponerlo en orden».

Explica que se trata de una lengua de terreno de monte de utilidad pública con suelo fundamentalmente de la junta vecinal de Suárbol, aunque también afecta a Balouta. Además de estar enclavado en la Reserva de la Unesco de los Ancares, pertenece a la Red Natura 2000 de la Unión Europea y es reserva de caza. La lengua de suelo que reclama León está integrada por vegetación tipo monte bajo: escoba y urz.

Esta alteración del límite territorial con Galicia se suma a otros casos de reclamación de suelo que ha vivido León, sobre todo con Asturias, como el caso del largo pleito que mantuvieron los ayuntamientos de Villablino y Cangas de Narcea por 16,4 hectáreas que finalmente revirtieron a León, consiguiendo el deslinde vigente hasta 1966.

En el caso de Cabrillanes, logró recuperar 128 hectáreas hasta 2008 bajo la jurisdicción de Somiedo. De todas formas, aún reclama otras 674 para la restitución de las lindes asentadas en la Real Carta Ejecutoria de 1788, derechos históricos que colean en pleno siglo XXI.