CONFLICTO TERRITORIAL
Majo reclama volver a la frontera de 1951 para ganar casi dos kilómetros a Galicia
El presidente de la Diputación afirma que los vecinos de los Ancares leoneses tienen problemas y no pueden seguir así
Los límites entre León y Lugo en los Ancares deben volver a la frontera marcada en los mapas en 1951: una reivindicación que remarca el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, a la hora de reflexionar sobre la polémica generada por Galicia al negarse el vecino concello de Navia de Suarna a asumir las pretensiones del Palacio de los Guzmanes. Admiten que esos cerca de dos kilómetros cuadrados son propiedad de la pedanía leonesa de Suárbol, aunque aseguran que territorialmente son de Lugo.
«La gente tiene problemas, lo están contando, y tienen que ser atendidos en León no pueden continuar perdiendo ayudas y derechos por no modificar un mapa, ni pueden seguir en Lugo», apuntó ayer el presidente de la institución provincial. Majo enfatizó que «lo más importante es la gente, no se les puede volver locos y debemos evitarlos problemas».
Apostó por volver «a la normalidad» y pidió al Ministerio de Fomento que corrija esa desviación del límite entre ambas provincias que cristalizó en 1995 en los mapas del Instituto Geográfico Nacional y que aún sigue vigente, como se aprecia en la cartografía del pasado año.
Martínez Majo dijo que debe volverse a la situación en la zona que se daba hasta la modificación de hace dos décadas una «situación de hecho y debe volver a ser así por el bien del territorio y sus habitantes».
Recordó también que la Diputación tiene una carretera en la zona —la que debe finalizar en el límite provincial y parte desde Vega de Espinareda para vertebrar los Ancares leoneses— que trasvasa la frontera por la modificación de los límites tradicionales. «Tenemos que regularizar esa situación porque afecta a labores de mantenimiento y conservación».
Y al igual que hizo el lunes su vicepresidente primero, Francisco Castañón, descartó que la petición de modificación de los límites territoriales tenga que ver con la etapa de los Ancares de la Vuelta a España, tal y como sospecha el alcalde de Navia de Suarna. José Fernández ha reiterado que su concello no permitirá modificación de límites alguna y avisa que acudirá a la ley para evitarlo.
El presidente de la Diputación de León mostró su deseo de evitar confrontar con Lugo por la frontera, aunque fue determinante a la hora de defender los intereses de los vecinos de Suárbol, en el extremo noroeste del municipio de Candín, en plena Reserva de la Unesco y zona Red Natura.
Los terrenos de la discordia, con cerca de dos kilómetros cuadrados de extensión, fueron adquiridos a principios del siglo XX por esta pedanía a una familia pudiente de la Parroquia de Rao, en Navia de Suarna. El suelo está catastrado en Lugo y desde la adquisición y hasta 1995 estaban incluidos en el territorio de la provincia de León. Ese año, la frontera se movió y pasaron a integrar la de Lugo. Una situación que ahora quiere modificarse desde el Palacio de los Guzmanes, que ya ha cursado la solicitud al Ministerio de Fomento, aprovechando la actuación prevista en la Base Cartográfica Nacional para el año 2015 de edición de conflictos de solapes y falta de coincidencia en 43 provincias.
Los vecinos de Suárbol han expresado su malestar por la situación en reiteradas ocasiones y los problemas que el cambio de límites realizado en 1995 les causa, sobre todo, en la organización de sus pastos en los terrenos que compraron en su día a la familia de Rao, tampoco pueden pedir ayudas a la Junta.