OPERACIÓN PÚNICA CONTRA LA CORRUPCIÓN
Granados y Marjaliza iban a montar una chatarrería en León antes de ser detenidos
El juez Velasco investiga grabaciones en las que supuestamente negocian con un testaferro y un alcalde está dispuesto a apoyar el plan . Las conclusiones se incorporarán a la parte del sumario que aún permanece bajo secreto y que se revelará a las partes en breve
Francisco Granados y David Marjaliza, los dos principales imputados en la trama de la Operación Púnica, pretendían poner en marcha una planta de reciclaje en León, para lo cual contaban con la mediación de Antonio Serrano, antiguo portavoz socialista del Ayuntamiento de Valdemoro reconvertido a testaferro de Marjaliza, que viajó expresamente desde Madrid al menos en una ocasión con el objeto de iniciar las negociaciones y sondear terrenos de un ayuntamiento no determinado de la provincia.
El magistrado juez del juzgado central de Instrucción número 6 de los de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, investiga una serie de conversaciones grabadas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en las que Marjaliza da cuenta a Granados de una serie de contactos y reuniones previstas «en León» y de los avances que se están llevando a cabo en la negociación, que los investigadores ubican entre los meses de julio y octubre de 2014 y que concluyen con la detención de los tres imputados. Granados y Marjaliza lo fueron el 27 de octubre y permanecen en prisión y Serrano lo fue al día siguiente, 28 de octubre, pero salió en libertad provisional previa entrega de una fianza de 100.000 euros.
La Fiscalía Anticorrupción y la Unidad Central Operativa incorporan al sumario sendos informes en los que hacen constar su certeza de esta nueva actuación en el ámbito de León. Certifican de forma indiciaria la existencia de negociaciones para la puesta en marcha de una planta de reciclaje «por la que nos piden 42.000 euros de canon anual», explica Serrano a Marjaliza en una de las transcripciones grabadas y que se han incorporado ahora al sumario.
Bajo secreto de sumario
Las revelaciones corresponden a un avance del grueso de las investigaciones, que forman parte de la sección de la instrucción aparejada a Marjaliza, que todavía se mantiene declarada secreta y que previsiblemente en la última semana de este mes o a principios del próximo, será pública para las partes personadas en la causa, con el objeto de dar a conocer su contenido. No es oficial pero sí consta que Marjaliza se habría ofrecido a revelar y reconocer buena parte de su participación en los actos que se investigan a cambio de una sustancial rebaja de la previsible pena. Se entendería que ha existido colaboración con la administración de justicia, con su correspondiente atenuante.
Ni Marjaliza ni Serrano revelan en las conversaciones grabadas a qué ayuntamiento se están dirigiendo para explorar la posibilidad de buscar terrenos en los que instalarse. Siempre se refieren en abstracto a León. «Habrá que ver qué parte del negocio hay que darle, si un 20% o un 30%», señalan en una de las charlas interceptadas.
Parte del contenido de las grabaciones aporta conversaciones que se enmarcan en la sección de la causa relacionada con Martínez Barazón, Jesús López y Eduardo Ruiz, los tres imputados por las sospechas destapadas en adjudicaciones que se iban a realizar presuntamente en la estación invernal de San Isidro, pero el juez las deja aparte en su actual investigación y las ha incorporado a la pieza separada de León que pretende juzgar entre las primeras de la macrocausa.
La primera referencia de la que se tiene constancia en soporte digital data el 4 de agosto de 2014. Francisco Granados realiza una llamada a Marjaliza. «Granados pregunta dónde está y David dice que va a cenar. Hablan de la noche pasada. Marjaliza está intentando organizar una comida para el jueves, así Francisco tiene una excusa para quedarse, con una persona de León que pudiera tratar asuntos de chatarra y cobre. Mañana se lo confirman», explica la UCO en su transcripción de la conversación telefónica.
Al día siguiente, 5 de agosto, recibe una llamada de alguien que se identifica como Jesús. «He estado en León y me ha dicho el alcalde que va a salir en esta legislatura, que estemos tranquilos que seguro que va a salir». Jesús está de vacaciones en Huelva y le dice a Marjaliza que les diga a sus amigos «que lo de León es de primera mano y es seguro y va a salir» pero habla de una segunda ciudad «y de esa me juran y me perjuran que no es de nadie». Recomienda a Marjaliza organizar «un viaje en septiembre».
¿Y el porcentaje?
El jueves 7 de agosto Serrano telefonea a Marjaliza. «Me ha gustado mucho y es muy buena idea», explica el testaferro. «Me ha dicho que prepares el viaje a León porque quieren enseñártelo todo»: Marjaliza advierte que hay que preguntarle «por su porcentaje».
La empresa por la que se interesan Marjaliza y Granados según estas conversaciones y de acuerdo a los datos aportados al sumario por la Guarda Civil es Servicios Logísticos de Arte y Gestión. «Hacen el mismo trabajo en León que los nuestros, también se dedican al reciclaje pero fundamentalmente con metal en vez de ruedas». Su contacto es, siempre según la transcripción de las conversaciones, José María de Dios.
Reunión fallida
El 2 de septiembre se produjo la reunión. Marjaliza no pudo asistir pero envió a Serrano y dio cuenta de ello a Granados en una llamada a las 12,23 horas. Fijaron pocos días después una nueva cita para acudir los tres y se determinó que sería el 11 de septiembre.
El resto de las investigaciones realizadas por la Guardia Civil respecto a esta parte de la trama se mantienen en condición de secreto sumarial. Se hace en virtud de un informe de la UCO que expresa que «dada la facilidad de los imputados para relacionarse al más alto nivel» y «conociendo la forma de obrar de los acusados» dar a conocer a sus defensores las actuaciones que se están llevando a cabo «podría ser contraproducente» y se correría el riesgo de que se eliminaran pruebas, motivo que se aduce para aconsejar que las actuaciones sigan siendo secretas de momento. No obstante, es el devenir de las revelaciones de Marjaliza el que marca la recta final de la causa. «Requeriría mucho más tiempo la investigación de todo el entramado», sostienen los mandos de la UCO en otro informe remitido al juez Velasco. Pero la necesidad de ir cerrando piezas apremia. Y ahora, la Ley de Enjuiciamiento Criminal también.