OBRAS EN LA CIUDAD
El Ayuntamiento vuelve a parchear Ordoño a la espera del plan definitivo
El adoquinado que linda con el párking suma una docena de reparaciones
Las brigadas municipales esparcen hormigón en el tramo de Ordoño levantado
La enésima reparación del pavimento adoquinado de Ordoño ante su deteriorada situación. Las brigadas municipales abordan estos días el acondicionamiento de parte del tramo que más ha sufrido durante estos años, justo el que coincide con el aparcamiento subterráneo de la calle. En esta ocasión, los trabajos se centran a ambos lados de la calzada justo próximos a la intersección con Alcázar de Toledo.
En esta ocasión, el Ayuntamiento ha optado por levantar todo el adoquinado deteriorado y esparcir en la zona hormigón, como solución provisional y con el objetivo fundamental de no prolongar las obras mucho más allá ante el trajín peatonal de estas zonas comerciales en vísperas de las fiestas navideñas.
El concejal de Infraestructuras, José María López Benito, explicó ayer que las obras finalizarán hoy «porque no queremos generar problemas ni cortar el tráfico mucho tiempo; se trata de una actuación provisional, un trabajo puntual para dar solución a esta deteriorada zona».
Reconoció también que el área de Ordoño coincidente con el párking «ha dado problemas desde el primer año desde su inauguración, lo que nos ha obligado a permanentes labores de mantenimiento».
El Ayuntamiento ya trabaja en diseñar una solución definitiva al pavimento de Ordoño II para evitar tener que hacer frente de forma permanente a arreglos en su adoquinado. «Queremos buscar una solución, coger el toro por los cuernos y abordar una actuación global. Debemos estudiar los materiales más adecuados para la zona». Hasta entonces, las brigadas municipales tendrán que continuar con actuaciones periódicas para reparar los desperfectos continuos en el adoquinado.
En sus apenas 18 años, esta superficie contabiliza una docena de arreglos. En 1997, el Ayuntamiento invirtió 1,5 millones de euros para rematar en superficie el párking subterráneo de Ordoño. La inestabilidad del suelo parte precisamente de que esta losa se asienta sobre vigas de hasta 16 metros, demasiado largas como para absorber las vibraciones del tránsito continuo de vehículos de todo tipo de tonelajes que la cruzan a diario.