Diario de León

«Que se pida la misma pena a las tres acusadas es demencial y obedece a la alarma social»

Fermín Guerrero, letrado de la defensa de Raquel Gago, considera que el Ministerio Fiscal y la instructora actuaron en la fase de investigación «de espaldas a las pruebas». Lamenta el criterio de la acusación y sólo se conformará con una sentencia absolutoria.

El abogado Fermín Guerrero y el procurador Enrique Valdeón salen de los juzgados.

El abogado Fermín Guerrero y el procurador Enrique Valdeón salen de los juzgados.

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m.a.z. | león
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A doce días del inicio del juicio, analiza el caso.

—¿Cómo se encuentra Raquel?

—Un tanto nerviosa por la cercanía del juicio, pero esperando que todo salga bien.

—¿Van a presentar algún tipo de alegación previa al juicio?

—No, en la composición del jurado no lo hemos hecho ni tampoco mención a cuestiones previas. Estamos ya a la espera que comience el juicio y nada más.

—¿Cómo se ha desarrollado la instrucción?

—Gracias a que la Audiencia Provincial pudo apreciar realmente qué pruebas había contra Raquel, pudo salir en libertad. Entiendo la postura de las acusaciones, es más lógico que sean partes subjetivas y es comprensible su obstinación contra Raquel. Pero el fiscal y la instructora estaban actuando de espaldas a las pruebas que existían.

—¿Por qué se rechazaron las tres primeras propuestas de libertad y se aceptó la cuarta?

—La alarma social era y es muy importante. Creo que fue la razón por la que se desestimaron para no dar explicaciones de más. Había diligencias pendientes de practicar y cuando llegaron se fue confirmando nuestra tesis, que es que Raquel no tuvo participación alguna.

—¿Ella hasta dónde estaría dispuesta a ceder?

—No estamos dispuestos a aceptar ninguna conformidad. Vamos a por la absolución y en ese caso se iniciarán acciones para reparar el daño injusto que se le está causando.

—Pero en la versión que ella da en un primer momento hay aparentes contradicciones...

—Ella no estaba esperando a nadie, a pesar de lo que se ha dicho. Y hay circunstancias que deben hilar las acusaciones para que concluyan en un plan de participación que es imposible. El informe de localización de llamadas es contrario a las tesis del fiscal. El informe está lleno de irregularidades y es una vergüenza que se presentara así. Había personas a 200 kilómetros de distancia en tres minutos. No se ha podido demostrar ningún seguimiento, porque no lo hubo nunca. Lo que ocurre es que por la personalidad de la fallecida, había que castigar a las máximas personas posibles. Es demencial y contrario a las pruebas que exista una misma petición para las tres acusadas. Se actúa con una unidad de criterios que parece obedecer al pensamiento de una sola persona. Con una sola acusación bastaba, visto lo visto. Daba igual lo que se dijera, el resultado era el mismo.

—¿Hay algún ejemplo?

—La compañera de la acusación particular insiste en que Raquel fue advertida por un policía para que entregara el arma. Eso lo dijo hace unos días. Si es verdad, ella sabrá por qué lo hace porque lo único que se ha demostrado es que la jefa de la UDEV dice que es una mera coincidencia y que es imposible que nadie la llamara. Se ha pedido un informe telefónico y no existe ninguna llamada en ese registro. Pero aún así, se mantiene el error tendencioso. ¿De dónde sale decir que está convencida de que alguien la llamó? Es una forma de presionar al jurado y no es cierto, está demostrado que no es así. Es una prueba del interés que existe en condenar a Raquel con independencia de los resultados de las pruebas.

—¿Tiene miedo de que el jurado esté condicionado?

—Miedo no es la palabra. La letrada de la acusación particular dice que está contaminado. Por nuestra parte, desde luego no. La Audiencia la puso en libertad remitiéndose a las pruebas que, como mucho, serían constitutivas de un encubrimiento. De ahí a seguir manteniendo una propuesta de 23 años por asesinato... No se puede jugar con la vida de las personas de una forma tan arbitraria.

—¿Raquel fue engañada entonces?

—Entiendo que no. No puedo admitirlo porque eso sería admitir que hubo un complot y lo que hubo fue una mera coincidencia. Ella colaboró con la instrucción y eso no puede quedar en duda. De ser cierto eso ¿por qué pasan 30 horas en las que pudo ser detenida en cualquier momento y no lo fue? ¿Tenía la pistola encima y no se deshizo de ella?

—¿Vaticina un juicio crudo?

—Creo que sí, pero no por nuestra parte. Lo que no voy a consentir es que se digan cosas que no estén en la instrucción. Espero que todo vaya por el cauce de la educación y la corrección pero por lo que he visto hasta hoy, creo que va a haber un acoso y derribo contra Raquel que yo no voy a permitir.

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