La Noche Más Mágica La provincia aclama a los Magos
Y si traen carbón, mejor todavía
La nieve encerró a Sus Majestades en las iglesias de Villablino, en una noche en la que los caramelos y serpentinas volaron en el sinfín de las cabalgatas de los pueblos.
Noche tan mágica como paradójica, porque en León las cuencas sueñan con que Sus Majestades de Oriente les traigan el temido carbón, porque habiendo trabajo no faltan juguetes ni algún que otro capricho. Ya mañana habrá que pensar en los problemas cotidianos y en si de la Navidad queda algo de paz o también nos la hemos zampado en los abundantes ágapes de estas fiestas —otro dilema para mañana: la báscula—.
Si el desplome del Negrillón no hubiera pillado a Melchor, Gaspar y Baltasar de viaje, quizá el viejo símbolo de Boñar tuviera hoy sustituto. Pero la pérdida no empañó la ilusión de una cabalgata que se desarrolló con normalidad y frío, consecuencia de unas nieves anunciadas que llevaron a Cistierna a buscar abrigo para los Magos. Los copos obligaron a suspender la cabalgata fue en Villablino, donde la fiesta se trasladó a las iglesias, con el reparto de juguetes, mientras en Mansilla de las Mulas volvía a recorrer las calles después de tiempo sin hacerlo.
Que tomen nota quienes piensan que la de Reyes es fiesta de niños, porque en Pobladura de Pelayo García entregaron su regalo a la abuela del pueblo, de 102 años.
Ayer volaron confetis, serpentinas y caramelos en cabalgatas más o menos suntuosas de toda la provincia. En muchos pueblos, el tractor, que también trae la comida, tiraba de las carrozas y los niños se sentaron en el regazo de los sabios que siguieron la estrella de Belén. Buen final.