Especialización y talento, armas leonesas para despuntar en la nueva revolución TIC

La cuarta revolución industrial ya está aquí, y es la primera vez que España, y desde luego León, está en condiciones de no perder el tren (empresarial y de desarrollo económico) del nuevo escenario de progreso que avanza a pasos agigantados. La provincia cuenta con los mimbres necesarios para participar con protagonismo en distintos ámbitos de este proceso, aunque la adecuada evolución depende todavía de la conjunción de una serie de factores en los que, por otra parte, los agentes institucionales y empresariales están de acuerdo.

El polo tecnológico desarrollado en la última década en León es un potencial que cuenta además con la generación de talentos locales de la mano de la Universidad. Sin embargo, y en eso también hay consenso, la industria demanda con urgencia profesionales con una especialización y un perfil que todavía no sale de las aulas. En la parte empresarial, el tejido tecnológico local es aún demasiado heterogéneo, y debe buscar el equilibrio entre la multiplicidad de productos y servicios tecnológicos que requiere el mercado (con los que la competencia es cada vez más universal) y una especialización que viene marcada por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe).

Esta iniciativa, junto con proyectos como el centro de excelencia de Hewlett Packard en el Parque Tecnológico, ejerce un efecto tractor de iniciativas y proyectos tecnológicos que cuentan con el apoyo insticional local y nacional, y que ahora deben beneficiarse del impulso inversor europeo en la materia.

En todo este escenario, la seguridad de las infraestructuras de la información y las comunicaciones juega un papel cada vez más relevante. Y León tiene en este capítulo cada vez más protagonista de la revolución tecnológica un foco de referencia internacional, que además se encuentra en plena expansión de proyectos, competencias y alizanzas: el Incibe.

Un escenario de privilegiadas oportunidades, pero también de retos para las muchas pymes locales del sector. Algunas de ellas ya han dado saltos internacionales que sirven de ejemplo y estímulo.

Sector de presente

Todos estos puntos, y muchos más, se debatieron anoche en la segunda de las mesas redondas organizadas por la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de León en colaboración con el Club de Prensa de Diario de León, el Ayuntamiento de la capital y el Instituto Leonés de Desarrollo, Formación y Empleo (Ildefe), con motivo del centenario de la creación de la Escuela de Comercio de León. Jornadas dedicadas a los sectores emergentes de la economía leonesa, que en esta ocasión analizaba la situación y el potencial de las tecnologías de la información y la comunicación.

Un encuentro presentado por el catedrático José Luis Placer Galán y moderado por el también profesor de la Facultad y empresario tecnológico David Abril, quien estableció un paralelismo entre el escenario tecnológico leonés y el que generó Silicon Valley, con las distancias oportunas. En ambos casos convergen una universidad volcada en la innovación, personas capaces de impulsarla y atraer el talento; y además retenerlo a través de inversiones para crear empresas punteras que permanezcan en el territorio. «Tenemos los factores y los hemos estado aprovechando», destacó Abril; pero las asignaturas pendientes son aún muchas.

El proyecto cuenta con apoyos indiscutibles, como el de la multinacional HP, cuyo Service Deliver Manager del Centro de Competencia de León, Miguel Ángel Turrado (uno de los artífices del desembarco del gigante tecnológico en la capital) sigue apostando «con claridad por escribir desde León los primeros capítulos de esta nueva revolución industrial. Todos debemos impulsar el efecto tractor para consolidar a León a través de esta historia».

Una teoría en la que coincide Roberto Vidal, socio fundador de Xeridia e impulsor de su reciente aventura de incursión en el competitivo mercado anglosajón, a través de su sede en Londres. «Este es un sector con muchísimas oportunidades. León tiene ventajas competitivas que hay que aprovechar», señaló. Sin olvidar que «en este negocio el talento es crítico, como lo es también la ciberseguridad».

En todas las intervenciones de la mesa redonda celebrada ayer latía un sentimiento que expresó Tomás Castro, socio director de Proconsi y líder de las asociaciones empresariales del sector: «Lo más importante es que detrás de todo esto está León». Y eso permite defender la tierra, reducir costes y apostar por un talento local al que le queda mucho por mejorar para satisfacer las necesidades de las empresas. En el talento incidió también Miguel Rego, director general del Incibe. Que más allá de evidenciar la carencia, detalló las iniciativas que ya se desarrollan desde el instituto para generar vocaciones tempranas en materia de ciberseguridad, y financiar especialización entre los ingenieros leoneses.