El novio de Carrasco: «Mi vida se acabó desde que la vi tirada en la pasarela, no tengo nada y estoy en paro»
El novio de Carrasco trata de sacar fuerzas «de no sé dónde» y vive ahora en Madrid
El compañero sentimental de Isabel Carrasco, a su salida de la Audiencia Provincial.
El compañero sentimental de la presidenta de la Diputación reconoció ayer el giro radical que ha experimentado su vida desde el asesinato de Carrasco: «Sólo puedo decir que mi vida se acabó el 12 de mayo desde que la vi tirada. No tengo nada, estoy en el paro, buscando trabajo y tratando de recomponer mi vida. Quiero sacar fuerzas de no sé dónde para seguir con mi vida en Madrid».
Recordó aquella tarde fatídica: «Aparqué la moto y vi a Marcos que me dijo que la había llamado y no le cogía el móvil. ‘He oído cuatro petardos’, me dijo. Entonces vimos a un motorista de la policía en moto por la pasarela. Nos acercamos al cordón aunque desde ahí no se veía nada. Sólo veíamos personal sanitario y en ese instante Ricardo Gavilanes (hijo) me dijo ‘Isabel está ahí’ y al llegar ahí la vi, tapada con una sábana blanca. Vi la cabeza, el pelo y sangre. Me dijo: ‘Jesús, no vayas’. Yo pregunté si estaba bien y me dijeron que estaba fallecida. Me metieron una pastilla en la boca y en una ambulancia. Llegaron todos sus familiares y...», explicó antes de que se le cortara la voz.
Nunca me dijo que la estuviera siguiendo nadie. A Triana la conocí en el congreso de Valencia. Con esta persona (refiriéndose a Montserrat) coincidíamos en las cenas de Navidad. Me dijo que tenía que echar una mano a su hija, se lo dije a Isabel y ella me dijo que de eso nada, que esa plaza iba a salir a concurso y que estudiara para el examen».
«Estando yo presente, nunca hubo llamadas personales de Isabel a Triana. No me consta ni me manifestó que Triana hubiera estado en casa nunca».
«Isabel tenía cosas más importantes que hacer que complicarle la vida a una interina».