UNA MALA TEMPORADA
La falta de nieve obliga a cerrar hoy la estación de San Isidro
Leitariegos resiste por ahora como la única estación abierta de la cornisa cantábrica
Sólo dieciséis días después de la tardía apertura de la temporada en San Isidro, la falta de nieve por las suaves temperaturas y la lluvia de varias jornadas de enero obligan hoy ya a cerrar la estación. El enclave invernal llevaba días sobreviviendo con espesores muy ajustados, que únicamente permitían tener en servicio la zona de debutantes de Cebolledo. A pesar de que el viernes pudieron ponerse en marcha los cañones, este fin de semana estuvieron exclusivamente en funcionamiento dos pistas con 210 metros de superficie esquiable, de los 34 kilómetros que suma el complejo.
A primera hora de la mañana de ayer, antes incluso de que se abriera la estación al público, los termómetros ya marcaban doce grados, una temperatura muy elevada para esta época del año que hace imposible fabricar nieve artificial ni preservar el escaso manto que aún tenía la estación. San Isidro abrió la temporada, el pasado día 16, 49 jornadas después del inicio oficial de la temporada prevista el 28 de noviembre. Llegó a contar en la etapa inicial con nueve kilómetros en servicio en Cebolledo y Requejines. Las previsiones no fijan nuevas precipitaciones blancas hasta al menos el próximo fin de semana, una situación que hace peligrar ya el puente de Carnaval y añadirá más pérdidas a la campaña.
A pesar de la escasez de nieve, este fin de semana San Isidro contabilizó 915 usuarios, 507 de ellos el sábado. Leitariegos, por su parte, se queda por ahora como la única estación de la cornisa cantábrica abierta, sumó estos dos días 1.537 esquiadores. Las condiciones de nieve en sus pistas hacen temer el inminente cierre también de la estación de Laciana. De momento, dispone de 1,8 kilómetros esquiables y cuatro de sus doce pistas abiertas. Sus espesores máximos sólo alcanzan los 20 centímetros, un nivel muy justo.