La Guardia Civil refuerza su presencia ante una oleada de robos en chalés en Sariegos

La Guardia Civil ha reforzado su presencia en el municipio de Sariegos, tras una oleada de robos perpetrados en una decena de chalés. El modus operandi denota, para los agentes, que se trata de profesionales, ya que penetraron en las viviendas tras forzar las puertas (normalmente, las traseras de los porches), o bien las ventanas, y una vez dentro se apoderaron de dinero y joyas, principalmente, aunque también de ordenadores y móviles.

En algunos de los robos han dejado un rastro de enseres revueltos en el suelo. La Benemérita también ha confirmado que cometen los allanamientos entre las ocho de la tarde y la medianoche, cuando los propietarios no están en sus casas. De ahí que deduzcan que antes de cometer los robos los hayan preparado merodeando por el lugar para conocer los hábitos de los vecinos. De hecho, los residentes aseguran haber detectado a personas sospechosas ojeando chalés.

El año pasado ya se registraron incidentes similares en el municipio, especialmente en la población de Carbajal, y se pudo detener en Segovia, en un control en la N-VI a la altura de Villacastín, a dos personas con efectos sustraidos horas antes en una vivienda de Sariegos. Los acusados, I.C.U. y C.A., de 29 y 34 años, de nacionalidad rumana y residentes en León, fueron interceptados cuando viajaban con un vehículo Seat Toledo de color blanco. Los agentes hallaron en el interior del turismo diversas joyas y relojes, perfumes, botellas de alcohol y dos ordenadores portátiles. La pista para vincularlos con el robo de Sariegos llegó a través del propietario de uno de los ordenadores que, días antes, había denunciado su sustracción y también la de varias joyas y relojes, después de que alguien forzara la puerta de acceso a su vivienda.

La forma de actuar de ambos detenidos coincidía, además, con una serie de robos en las urbanizaciones Los Siseros y Bella Vista de la localidad vecina de Navatejera. El Ayuntamiento de Sariegos agradece el refuerzo en la vigilancia del municipio, que confirma la Subdelegación del Gobierno. Paralelamente, el tripartito considera vital el poder disponer de una Policía Local que aporte seguridad en los pueblos, proteja a los peregrinos y evite los pequeños robos que se han multiplicado a lo largo del pasado año. Como aún carece de un cuerpo propia de agentes municipales por no alcanzar los 5.000 habitantes, pretende paliar ese déficit con efectivos de Villaquilambre, el Consistorio limítrofe, con quien han abierto conversaciones.