Los compañeros de Gago son tajantes: «No pudo hacer ningún seguimiento»

miguel ángel zamora | león

Raquel Gago no pudo realizar seguimientos a Isabel Carrasco durante las procesiones de la Semana Santa de 2014, de acuerdo a los testimonios que prestaron ayer en sala ocho miembros de la Policía Local. «Los agentes no tienen ninguna libertad de movimientos, tienen que estar siempre donde se les indica y no pueden desplazarse. Si algún agente no cumpliera esas funciones, se detectaría inmediatamente», explicó un subinspector, que resumió en su testimonio el sentir de sus compañeros.

Un informe de la Policía Nacional reveló en fase de instrucción que Gago había estado bastante cerca de Carrasco durante varios momentos de diferentes procesiones. La imputada defendió en el juzgado de Instrucción la existencia de errores de bulto en aquel estudio policial. Situaba a la presidenta de la Diputación en una zona del Páramo en un momento dado y tres minutos más tarde en el Hotel Wellington de Madrid.

Ayer sus compañeros validaron esta misma tesis. «No hay libertad para deambular por la zona que los policías quieran y Raquel nunca incumplió su tarea», explicó uno. «El servicio duraría una diez horas. Es imposible que en ese tiempo nadie se vaya sin pedir permiso al jefe. Entiendo que ese día no hubo nada raro», alegó otro. «Estábamos vigilando y acompañando la procesión los tres, nadie se salió de su cometido en ningún momento», insistió un tercero. «No era posible ausentarse del servicio y no se sabía qué recorrido íbamos a tener hasta el mismo día o como mucho hasta la misma semana», insistió un compañero.

Venía el asunto a cuento porque las acusaciones entendieron en su momento que aprovechando su condición de agente, Gago seguía los pasos de la víctima para informar de ello a las otras dos imputadas. La hipótesis pierde vigor con los testimonios de ayer y queda a expensas de lo que declaren los autores del informe de posicionamientos, que expondrán sus razonamientos mañana miércoles en sala.

En la misma dirección

Propuestos por la defensa de Montserrat González y Triana Martínez pero asumido el interrogatorio por el letrado de Raquel Gago, todos los testimonios apuntaron en la misma dirección: «Estoy muy sorprendido. Es imposible que tenga nada que ver con estos hechos por los que se la juzga». «Me sorprende que la vinculen con este tema, porque no es una persona especialmente propensa al uso de las armas». «Me llamó la atención que se viera implicada porque nunca hubo una insinuación al respecto. Tenía una vida bastante cómoda. Desarrollaba su trabajo con normalidad». Y así todos los relatos que se escucharon en sala.

Fiscal y acusaciones concedieron escasa validez a estas apreciaciones. «¿A qué también le hubiese sorprendido que hubiese estado imputado cualquier otro policía?», preguntaron. La respuesta fue siempre afirmativa.

«No da el perfil de una persona belicosa. Me sorprendió por ser policía pero luego por ser ella. No me cuadra para nada que pueda estar metida en esto». «Me extrañó muchísimo por la forma de ser de Raquel que pudiera estar involucrada». En torno a las 10.30 de la mañana la sesión quedó finiquitada. Y la prueba testifical, también.