Ciudadanos elige hoy al sucesor de Maraña entre sus herederos políticos

a.g.puente / á.caballero | león

Ciudadanos busca su propia transición, después de cinco meses de deriva por la sucesión de escándalos de Sadat Maraña. Una tormenta que la formación espera que escampe a partir de hoy con la búsqueda de un nuevo líder que sobreviva al menos hasta mayo, cuando está prevista la convocatoria de elecciones orgánicas. Apenas tres meses en los que el timón se lo tendrán que repartir hoy por la tarde entre los ocho miembros que quedan en la junta directiva, convocada a las 18.00 horas, justo antes de la asamblea de afiliados de las 20.00 horas en el hotel Tryp, a la que todo llegará ya resuelto. Un reducido grupo con dos sectores diferenciados: los herederos del ex polémico coordinador, que se mantienen como mayoría a priori, y los que ya desde octubre, con la aparición del currículum falso, empezaron a desmarcarse de la línea oficial para alertar del daño que se le avecinaba a la marca. Dos facciones entre las cuales la opción con más posibilidades es la que representa el concejal del Ayuntamiento de León Justo Fernández, alineado hasta ahora con la anterior dirección y representante de la sección del Círculo Empresarial Leonés (CEL), donde formó parte de la directiva junto a José Ángel Crego hasta su desembarco en política. «No me postulo, pero tampoco descarto nada. Sobre la marcha decidiremos», concedió ayer, convencido de que «lo que hay que hacer es ponerse en marcha lo antes posible y tirar para adelante».

Su candidatura tiene garantizados al menos otros tres apoyos seguros: el del diputado nacional Enrique Bueno, que entró en el Congreso de rebote cuando Maraña tuvo que renunciar a ser cabeza de lista por el currículum falso; Ana Belén Alonso, también vinculada al CEL y personal de confianza en el consistorio; y Jorge Martínez, que entró en la junta directiva por decisión del anterior coordinador cuando Juan Carlos Fernández se fue para constituir la agrupación local de San Andrés. Cuatro votos en total por encima de los cuales no se espera que tuviese mucho problema para concitar la suma de los que se han mantenido más tibios en la crisis interna, como su compañero en el consistorio, Juan Carlos Fernández Tejerina, o la secretaria del grupo municipal, Charo Bardón. Un consenso al que podrían añadirse para no dejar notas discordantes la portavoz en el Ayuntamiento de la capital, Gemma Villarroel, que en los últimos meses enfrió su relación con Maraña a medida que se descubrían sus polémicas, e incluso el abogado Enrique Mendoza, quien fue uno de los cinco promotores del grupo de críticos que exigió de forma abierta la dimisión del anterior líder por su «falta de transparencia, participación y democracia interna». «No descarto nada, pero no creo que sea yo», resolvió ayer Villarroel, quien podría ser una opición de consenso, aunque avanzó que prefiere «hablarlo con los compañeros y valorar entre todos cuál es la opción que más suma, que en todo caso será transitoria hasta las elecciones de mayo».

Este plazo hace que casi ni se contemple la opción de que los afiliados puedan mostrar su opinión. Tendrían que dimitir la mitad más uno de los ocho miembros del órgano de dirección para que hubiera nuevas elecciones forzadas, en las que se elegirían los nueve nuevos miembros de la junta directiva, quienes a su vez votaría para decidir quién es el coordinador local, de acuerdo a los estatutos de Ciudadanos.

Sí serán los afiliados los que decidan quién entra en sustitución de Maraña en la junta directiva actual, aunque no será como pronto hasta finales de mes. Entonces, podría haber una nueva votación para líder en la que se tuviera en cuenta al nuevo miembro. Y a partir de ahí al coordinador territorial.