Un hombre de 40 años muere asfixiado al incendiarse el trastero en el que dormía en su propio edificio

a.c | m.c.| m.a.z. | león

Un varón de alrededor de 40 años de edad, vecino del número 4 de la calle Suero de Quiñones, falleció asfixiado ayer tras producirse un incendio en uno de los trasteros del inmueble en el que habitaba con su pareja y un hijo común de dos años.

Los hechos se produjeron a las 8.30 de la mañana. Los efectivos del Cuerpo de Bomberos de León fueron alertados para que acudieran a un siniestro que se había declarado en el inmueble. En las labores de extinción, los agentes se apercibieron de que las llamas procedían en realidad de la zona de los trasteros, por lo que atacaron el principal foco de las llamas en la planta baja, en ese momento cubierta por una densa masa de humo.

Al tratar de entrar en ellos se dieron cuenta de que la puerta de acceso estaba cerrada por dentro, por lo que fue necesario derribarla. El fallecido había cerrado con llave, a tenor de las hipótesis que se manejan. Una vez en el interior, hallaron el cuerpo sin vida del varón, que había perdido la respiración y el pulso cardíaco con bastante anterioridad, por lo que a pesar de que se trató de realizar maniobras de reanimación, fue imposible hacer nada por su vida.

El joven atravesaba una serie de problemas que se intentarán concretar en las próximas horas por parte de los investigadores, que en la zona de los hechos solamente pudieron certificar la defunción de la víctima. Su pareja reside en el mismo bloque, pero por motivos no aclarados el hombre no dormía aquella noche en el mismo inmueble. La investigación trata de concretar si es cierto que algunos vecinos habían visto algún comportamiento extraño en el fallecido en el último tiempo.

El Instituto de Medicina Legal de León realizará la autopsia al cadáver en cuanto la lista de espera lo permita. La acumulación de casos pendientes hace que ayer fuera imposible llevar a cabo el análisis de los restos mortales y los agentes entienden que mientras no se disponga de un examen fidedigno que acredite la causa de la muerte y las circunstancias en las que se produjo, aventurar cualquier teoría sobre lo ocurrido es extremadamente arriesgado. Por todo ello, es necesario disponer del dictamen médico para determinar si la causa del fallecimiento fue un accidente o si hubo algún grado de predeterminación en los hechos, asunto que se acogió ayer con todas las reservas en la instrucción del caso.

Visita rápida

Al lugar de los hechos se trasladaron el alcalde de León, Antonio Silván y el concejal de Seguridad y Movilidad, Fernando Salguero, para interesarse por las labores de extinción y por las tareas de investigación de la Policía Local y los Bomberos así como el Cuerpo Nacional de Policía. Intervinieron dos vehículos de bomberos con cinco profesionales y un mando como consecuencia de la llamada de emergencia realizada por un vecino a las ocho de la mañana, alertado por el humo. Poco después de lo ocurrido, la normalidad volvió de nuevo a la zona de los hechos y en cuestión de una hora se recuperó la circulación de vehículos, cortada en uno de los carriles de la avenida.