Uno de cada seis talleres para reparar vehículos es clandestino
Los 600 negocios colegiados denuncian la competencia desleal y el riesgo para los conductores.
Pruebas de software realizadas en un taller de reparación de vehículos homologado. dl
A. Calvo | León
Naves alejadas, sin carteles y sin ningún tipo de información, en los que entran vehículos y se trabajan fuera del horario habitual. Estas podrían ser algunas de las características de los talleres de reparación de vehículos, que superan el centenar en la provincia, según calculan desde la Asociación Provincial de Talleres de Reparación de Vehículos (Tarevel), un sector que cuenta actualmente con más de 600 negocios colegiados. Desde el año 2012 la asociación ha remitido tanto a Trabajo como a Hacienda una treintena de informaciones de posibles irregularidades, en algunos casos también añadiendo imágenes, para denunciar la competencia desleal y el fraude de estos talles ilegales «que no cumplen con los requisitos de espacio exigidos, no contratan a los trabajadores o no pagan sus impuestos», como explica el secretario de la asociación, Manrique Derqui, quien añade que a partir de este año también acudirán al Seprona, porque en muchos casos «tampoco cumplen con los requisitos medioambientales».
Desde hace cuatro años se ha alertado de cerca de 60 talleres ilegales repartidos por la provincia, aunque Derqui concreta que desconocen cuántos han sido cerrados ya que en las respuestas que reciben de Hacienda o Trabajo —siempre a través de la Seguridad Social— no especifican las medidas tomadas. «No tenemos constancia de cierres, aunque entendemos que sí, porque nos informan de que comprueban los hechos», concreta el secretario de la asociación de talleres colegiados.
El aumento
«La renovación de vehículos con la crisis no se produce porque no hay dinero para comprar y también se trata de reparar menos», aprecia Manrique Derqui, en relación a un sector castigado en los últimos años y que ha provocado que se «disparen» los talleres ilegales, «aunque siempre han existido». En lo que va de año, los socios de Tarevel ya han acudido dos veces a las administraciones pertinentes para presentar denuncias y el año pasado se presentaron casi una decena.
Derqui destaca que los talleres ilegales «favorecen la economía sumergida y perjudican a la economía establecida mientras el resto paga religiosamente los impuestos, además de que los conductores que acuden a ellos están poniendo en riesgo su vehículo, su integridad física y la de los demás», al explicar que, en muchos casos, estos talleres no cuentan con los medios necesarios para las reparaciones y que tampoco cumplen con todos los requisitos de calidad, por ejemplo, en las piezas, «que no son detectadas en muchos casos hasta que no se pasa la ITV del vehículo».
Manrique Derqui añade que muchas veces, sin la colaboración de los socios, no sería posible detectar estos talleres ilegales porque trabajan en horarios fuera de lo habitual para intentar no ser detectados por las inspecciones habituales de la administración, que tampoco suele contar con el apoyo del entorno en el que se ubica la nave donde se reparan los coches.