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LUIS SANTAMARÍA experto en sectas

«Las nuevas se están cobrando vidas humanas, literalmente»

Luis Santamaría del Río, en la biblioteca de sectas que tiene en su piso de Zamora.

Publicado por
León

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Luis Santamaría del Río lleva casi veinte años estudiando e informando sobre los peligros de las sectas. Es párroco de Muelas del Pan y delegado diocesano de Medios de Comunicación Social del Obispado de Zamora, aunque su trabajo sobre sectas es independiente de su labor pastoral.

Dentro de esta faceta investigadora, Santamaría del Río ha publicado varios libros sobre el tema. También, en un piso del centro de Zamora, decidió reunir hace unos meses todo su trabajo investigador y su gran biblioteca sobre sectas, 1.700 volúmenes numerados y catalogados, de los que 1.400 aportó él mismo, bajo la denominación de ‘Biblioteca-Centro de Documentación José María Baamonde’, en memoria de el psicólogo argentino que fue uno de los fundadores de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas y que murió unos meses después de empezar el trabajo.

— ¿Por qué hay más sectas que antes?

—Sí, mirando al panorama nacional podemos decir que el número de las sectas ha aumentado. Aunque parezca que hacen menos ruido que en otros momentos históricos recientes, tan sólo se trata de una percepción errónea por la influencia de los medios de comunicación. Ha crecido el número de sectas y ha crecido su variedad.

—¿Cuáles son las que sobresalen ahora?

—Si bien las sectas de carácter más «religioso» e institucionalizado están en declive, crecen por otra parte las que podemos situar en el ámbito de la Nueva Era, de lo holístico, de lo esotérico... Llegan a las personas ofreciendo bienestar integral, sanación, espiritualidad profunda, autoconocimiento...

—¿La crisis ha sido una forma de captación para estas organizaciones?

—La crisis no ha sido una forma de captación, sino más bien el caldo de cultivo en el que han encontrado una mayor receptividad o búsqueda por parte de la gente. Todas las personas necesitamos certezas, y cuando crece la inseguridad –del tipo que sea–, muchas veces se baja la guardia de la crítica, del razonamiento... Además, cuando no hay una experiencia religiosa sana en la persona, es más fácil que lleguen otras propuestas alternativas que, aunque dicen liberar al hombre, acaban haciéndolo esclavo de un grupo o de una ideología.

—¿Cuáles son los nuevos peligros?

—Los nuevos peligros se visten de nombres rimbombantes, terminología científica, propuesta de solución a todos los problemas. Por ejemplo, hay personas que no sólo entregan todo su dinero a cambio de cursos y aprendizaje de técnicas de sanación al gurú de turno (debidamente licenciado en Psicología y licenciado muchas veces), sino que llegan a abandonar su tratamiento médico ordinario poniendo en peligro su vida. Las nuevas sectas se están cobrando vidas humanas, literalmente.