La subordinada que llama «gusano» al jefe

Es la mujer que ha puesto entre las cuerdas a Vallejo Balda; su fiel colaboradora hasta que se destapó la sustracción de datos reservados. Su incontinencia en las redes sociales ha generado sucesivas polémicas, sobre todo respecto a Vallejo, a quien llama «gusano» e «idiota». «No era feliz con la vida que llevaba en el Vaticano —dijo—, hubiera preferido continuar con los lujos que tenía en Astorga», diócesis en la que Lucio Ángel Vallejo Balda aún está incardinado. Chaouqui, detenida junto a monseñor pero puesta en libertad tiempo después, añade en una de sus entrevistas que Vallejo «tiene muchos enemigos imaginarios, pero el principal enemigo que tiene es él mismo». Su estrategia procesal está orientada a mantener su inocencia: «Yo no soy la responsable de las filtraciones. Ha sido monseñor Vallejo Balda. La vida de sacerdote que llevaba no le bastaba. No era feliz. Salía por las noches porque le gustaba beber; le dio por ahí porque se sentía muy solo». Inmaculada Chaouqui, que está embarazada, también ha dicho que «él quería ser secretario o revisor», pero los nombramientos no llegaron.