Barthe: «Genarín no es un botellón»
Las ofertas con las que se captan asistentes «no tienen nada que ver con el espíritu que impulsa esta fiesta», como recalca el abad de la cofradía. Maxi Barthe insiste en que «el Genarín no es un botellón». «No es sólo la gente que viene de fuera, sino que hay personas aquí en León que lo venden como tal y han conseguido que coja esa fama fuera», concede el portavoz del colectivo, que empezó a procesionar en 1977. «Íbamos apenas cien personas. Leíamos a viva voz, debajo de las farolas, y disfrutábamos. Eso es el Genarín: la procesión hasta Los Cubos, los versos, el humor, el escuchar, el respetar. Ahora, esos de las excursiones no saben ni a qué vienen», concede.