La deuda de Gersul por los morosos de la tasa y su ineficacia para atajarla suma 14 M€

a. g. puente | redacción

Cinco años después de que una empresa privada se hiciera cargo del cobro de la tasa de Gersul, la morosidad por el impago de recibos roza los catorce millones de euros. La mayor parte de este montante se acumuló en el periodo de externalización del servicio, cuyo contrato finalizó el pasado 16 de enero después de un año de prórroga, principalmente, por el déficit en la gestión de la vía ejecutiva de los impagos, según fuentes del consorcio. Es decir, la falta de embargos, un elemento esencial para hacer eficaz cualquier recaudación de un tributo público.

Con la decisión de Gersul de volver a poner en manos de la Diputación el cobro de la tasa, como ya hizo desde la puesta en marcha del CTR hasta el 31 de diciembre de 2010, la gestión de la morosidad arrastrada no podrá ser asumida por la institución. El documento del acuerdo con el consorcio para que el Servicio de Recaudación Provincial vuelva a cobrar la tasa de la gestión y tratamiento de residuos ya está preparado para su firma. Se trata de un convenio que fija las condiciones entre ambas partes y el coste de este servicio que recupera el Palacio de los Guzmanes. No incluirá, al no permitirlo la ordenanza, las gestiones para hacer frente a la gran morosidad que arrastra el consorcio.

Según ha podido conocer este periódico, Gersul tendrá que abonar al año a la Diputación alrededor de 450.000 euros por la gestión del cobro su recibo, frente a los 750.000 que ha estado pagando cada ejercicio a la empresa en los años del contrato. La tasa que cobra la institución provincial por esta labor aplica un porcentaje por recibo gestionado, al igual que hace en el caso de los que cobra (de todo tipo de tributos) para 205 ayuntamientos, 72 juntas vecinales y 22 mancomunidades.

Además del evidente ahorro que supone volver a poner los recibos en manos de la Diputación, Gersul persigue también ganar eficacia en el cobro y evitar porcentajes de morosidad tan elevados como los que arrastra. Tras el relevo en la presidencia del consorcio, con la llegada de la nueva etapa al Palacio de los Guzmanes después de las elecciones municipales, la nueva dirección pretende dar un giro a la gestión para ganar eficacia en la recaudación. Otro de los objetivos pasa por abordar la histórica deuda con la ute que gestiona el sistema provincial de tratamiento de residuos y construir un segundo vaso para el CTR de San Román ante la saturación del original.

La tasa fijada por Gersul, implantada en toda la provincia, supone un padrón anual con 16 millones al cobro a través de 280.000 recibos. De los 14 millones que arrastra de deuda por impagos de sus contribuyentes, el consorcio estima que alrededor de 12 son por falta de pago, mientras que otros dos corresponden a casos de recibos cuyos datos no están ajustados, como casos de diferencias de superficie en empresas, errores en domicilios donde ya no vive nadie o se han trasladado de residencia, conceptos aplicados a vecinos como si fueran negocios y otras circunstancias. Todos estos detalles harán prácticamente imposible el cobro de estos recibos. También el consorcio deberá entregar a la Diputación sus censos lo más ajustados y depurados posibles, incluyendo contribuyentes hasta ahora que no aparecían, para ganar eficacia.