La presidenta de las víctimas del terrorismo cede el testigo en el cargo
Un guardia civil que sufrió el atentado de la Plaza de República Argentina es el relevo.
Ángeles Pedraza, presidencia de la AVT, abandona su cargo después de seis años con el convencimiento de que ha «peleado» por todas las víctimas del terrorismo. Se queda con lo positivo, aunque afirma que ha sido «usada» por el Gobierno del PP, al que no perdonará jamás la rápida excarcelación de etarras por la doctrina Parot.
Con la cuenta atrás en marcha de los días que le quedan al frente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) -el 16 de abril cogerá el testigo Alfonso Sánchez, guardia civil que sufrió el atentado de ETA en la plaza de República Argentina de Madrid en 1985-, Pedraza hace balance a Efe de lo mucho que ha aprendido y luchado, de sus logros, de las equivocaciones cometidas y de las decepciones. Y con una sonrisa en la cara afronta su futuro fuera de la primera línea de la defensa de las víctimas con la idea de «vivir un poco». «Ya no puedo perder ni un minuto», asegura Ángeles, que recuerda que ha superado dos cánceres, el último diagnosticado hace cinco meses.
En su balance de logros «presume», aunque ojalá no lo hubiera sido, de que la AVT haya tenido una presidenta víctima del terrorismo yihadista y no del etarra, ya que perdió a su hija Miriam el 11M, y de que haya dado la cara por las víctimas de la banda terrorista con igual o más fuerza que por las demás.
También saca pecho de dejar la asociación, la mayoritaria con más de 4.000 asociados, con un local en el barrio de Moratalaz de casi 400 metros cuadrados y con las cuentas saneadas, y de haber ayudado psicológica o jurídicamente a muchas personas.
«Me he dejado aquí la vida porque he querido y creo que mi hija estará orgullosa. La condición de víctima no te hace mejor persona, pero el serlo no lo querría nadie», deja claro Pedraza, combativa contra quienes hablan «del rollo de las víctimas».