Villahierro solamente tiene la mitad de presos de ETA que hace cinco años
Actualmente apenas quedan media docena de internos gracias a las políticas de traslados .
Iker Araguas Jusue. DL
miguel ángel zamora | león
El Centro Penitenciario Provincial de Villahierro alberga solamente a seis reclusos condenados por su pertenencia a la banda terrorista ETA, practicamente la mitad de los que en su día llegaron a estar recluídos en León, trece hace cinco años.
Con la incorporación de Aitor Fernández Terceño y la salida de Igarki Robles, la cifra de reclusos condenados por delitos de terrorismo de la banda criminal vasca sigue siendo la misma.
Fernández Terceño, sobre el que pesaba una orden de detención e ingreso en prisión de la Audiencia Nacional, se presentó de forma voluntaria para cumplir una pena de cárcel de tres años por tenencia de artefactos explosivos y daños terroristas, informó la Policía autonómica vasca.
A disposición policial
Fernández Terceño, «de forma voluntaria, se puso a disposición de los agentes» que le entregaron en su domicilio la notificación de la orden de la Audiencia Nacional, precisa la Ertzaintza en una nota de prensa. Había sido condenado a raíz del lanzamiento de cócteles molotov contra entidades bancarias en el barrio bilbaíno de Santutxu, en Bilbao. Hechos que ocurrieron en 2001.
El pasado 19 de agosto compareció en rueda de prensa en la capital vizcaína para anunciar su intención de incumplir la orden judicial y denunciar la falta de «legitimidad» de la Audiencia Nacional «para juzgar a ciudadanos vascos», según recoge EP.
Veintidós leoneses y decenas de familias afectadas han sufrido en León los golpes de ETA. La última víctima leonesa de un atentado terrorista fue Raúl Centeno, agente de la Guardia Civil que murió tiroteado en un centro comercial del sur de Francia el 1 de diciembre del 2007 y que, aunque nacido en Madrid, era oriundo de Grulleros.
El último
Él fue el último de una horrible lista de la que aparecen otros muchos nombres que fueron víctimas de la barbarie. Uno de los que levantó mayor conmoción entre los leoneses fue el asesinato del comandante Luciano Cortizo Alonso el 22 de diciembre de 1995. El suyo ha sido el único atentado mortal cometido por la banda terrorista en León, por eso caló hondo en la memoria de los leoneses. La alegría que caracteriza al día de la Lotería de Navidad se vio empañada por la explosión de una bomba lapa que ETA adosó a los bajos de su coche. El estallido, que tuvo lugar poco después del mediodía, se llevó por delante la vida de Cortizo y dejó herida grave a su hija, Beatriz, en la calle Ramón y Cajal.
La conmoción regresó entonces 22 años después de que la banda terrorista ETA asesinara la primer leonés. Una placa conmemorativa en el lugar de los hechos recuerda el triste acontecimiento.
Fue el inspector de la policía secreta Juan Antonio Fernández Gutiérrez quien inauguró la triste relación de leoneses muertos a manos de la banda terrorista vasca el 1 de mayo de 1973. Ocurrió en Madrid durante una manifestación de la clase trabajadora.