El caso del dirigente sindical de Valladolid subrogado sin estar en la relación de empleos
La subrogación de empleados más allá del número de trabajadores que contaba la plantilla de Urbaser ocupa varios tramos de la denuncia que obra en poder del Tribunal de Cuentas, y que avanza hacia su investigación tras los pasos adoptados los últimos días por la sección de enjuiciamiento de este órgano fiscalizador. Uno de los empleos posiblemente asumidos de forma anómala resultó para el hijo de un ex alcalde del PP en una localidad del alfoz, tal y como detalla la acusación que firma Asial. En otro, el segundo de los tres que exceden el número de trabajadores subrogados, se identifica como Vicente Andrés Granado, que resulta ser secretario de acción sindical de Comisiones Obreras en la estructura autonómica de este sindicato, y que forma parte de un relato extenso plagado de detalles paradójicos en el documento de denuncia ante Cuentas. «Se asumió como trabajador municipal el 1 de febrero del 2013 a pesar de que no consta que haya prestado servicio alguno en el centro de trabajo de León capital durante los diez años previos a la fecha de la municipalización», aporta Asial ante el Tribunal. «Ni figura en ninguno de los partes diarios de trabajo relativos al centro de trabajo de Urbaser en León anteriores a la fecha de subrogación»; «ni figuró en la relación de personal facilitada por dicha empresa, concesionaria en el año 2003, cuando Urbaser, (Tecmed) presentó un estudio técnico económico para la reordenación de servicios de recogida y limpieza selectiva en León». Para acentuar las dudas sobre las razones que justifican la subrogación de este empleado como trabajador municipal se detalla la residencia del aludido, en la provincia de Valladolid, a 150 kilómetros del centro de trabajo en León; y su implicación en una historia de trastienda de liberados sindicales que se pudo vincular al Ayuntamiento de León.
En la denuncia ante Cuentas formulada por Asial se revela que el dirigente sindical de Comisiones Obreras no acude a su puesto de trabajo en el Ayuntamiento de León desde el 1 de febrero del 2013, pese a lo que percibe de forma puntual cada mes sus retribuciones, que hace efectivas la Hacienda municipal leonesa. «La subrogación indebida de un trabajador supone el acceso irregular al empleo público, con infracción de principios de igualdad, capacidad o mérito», denuncia Asial sobre los hechos en manos de la investigación de Cuentas.