De la parálisis política al paro

Álex Fusté reconoció que la indefinición y la incapacidad de España para nombrar gestores fiables «causa ruido y dolor en la calle». Ello a pesar de que no está siendo castigada por los mercados. «El BCE está fabricando mucha base monetaria y canalizando el mercado comprando deuda de España y de sus empresas. Draghi es un loco que lo compra todo. Por eso no nos están castigando, pero esto no durará siempre». Y, en ausencia de esta política, «el resto de los agentes privados del mercado no van a comprar los activos españoles». El analista adelantó que «si sigue esta fase de indefinición política se crea inseguridad, y eso afecta negativamente a las inversiones. Sin inversión no habrá crecimiento, y sin crecimiento las empresas no tienen beneficios. Y eso llevará de nuevo a los despidos de los trabajadores. Esa es la forma en la que afectará a la sociedad».