El futuro no es inevitable, es sobre todo inventable

«Van a pasar tantas cosas que es abrumador. Pero como decía Ortega, sólo se avanza cuando se piensa en grande y se mira lejos. El futuro no es inevitable, es inventable. Y será como lo creemos. Hay enormes desafíos pero también grandes oportunidades». El consultor repasó grandes retos de futuro, como los avances en salud, que permitirán que en una década el número de personas de más de cien años se duplique, lo que obliga a replantear la sostenibilidad de las pensiones. El envejecimiento europeo sólo puede compensarse con la llegada masiva de población extranjera. La educación es uno de los grandes desafíos: «Seguimos formando profesionales de siempre cuando se exigen profesiones nuevas». Y por cada trabajo que se elimina se crean 2,6 con actividades que tienen que ver con el futuro. Un futuro que será de tecnológos que serán también nuevos artesanos; en el que «no habrá que preocuparse tanto de qué mundo dejamos a nuestros hijos, sino qué hijos dejamos al mundo». «No vivimos de acuerdo a nuestras capacidades, sino a nuestras creencias. De nada sirve el talento sin talante, ni una gran aptitud sin actitud. Lo que creemos es lo que creamos».