CAMBIO DE DUEÑOS
La Fundación Cepa quiere la Casona de los Pérez para sede y Museo de la Emigración
Las negociaciones entre los hermanos González Díez de Vegaquemada y Carriegos se cerrarán por 680.700 euros
Interior de la Casona de los Pérez, actual sede de la Fundación Carriegos. RAMIRO
m.r. / m.c.c. | león
La Fundación Cepa González Díez, creada por descendientes de quien erigió el Grupo Modelo en México, negocia la compra de la Casona de los Pérez, actual sede de la Fundación Carriegos. La discreta operación no está siendo del todo fácil por las cargas derivadas del inmueble, una casa joya situada en Suero de Quiñones comercializada a través de Solvia por parte de la Sareb. Sin embargo, la entidad fundacional creada por los hermanos Cesáreo y Pablo González Díez quiere tener cerrada la compra este mismo mes para garantizar el precio de 680.700 euros fijados por la inmobiliaria, una ganga si se tiene en cuenta que se trata de una casa-museo de unos 500 metros cuadrados diseñada por el arquitecto Cárdenas a principios del siglo XX y construida con materiales nobles por el carpintero Miguel Pérez para vivienda propia.
Cepa González Díez, con sede actual en la localidad monañesa de Vegaquemada, de donde procede la saga, tiene intención de trasladar al edificio de León capital su actividad social para dar visibilidad a la fundación y mantener también el carácter cultural que ha dado Carriegos a la singular edificación, según se desprende de las intenciones declaradas a este periódico por parte del vicepresidente de la fundación Cepa, el abogado leonés Juan José Mansilla.
Además de trasladar la función social, la fundación pretende a medio plazo utilizar la Casona de los Pérez como Museo de la Emigración, una idea similiar al Archivo de Indianos de Asturias que recaba diversa información sobre los emigrantes españoles.
De cerrarse el trato en los próximos «ocho o diez días», como indicaron algunas fuentes, el traslado sería inmediato, puesto que los interesados consideran que el edificio es totalmente funcional, a falta de alguna reforma en la fachada. «Sólo es cuestión de días y de que se resuelvan problemas que deben estar aclarados en las escrituras», afirmó el letrado leonés.
La edificación tiene once habitaciones, entre ellas una sala de fumar, papel de inspiración japonesa, salón de música art decó y cuatro baños, pero lo que realmente la hace única son un interior labrado por una majestuosa escalera, un patio cubierto por una vidriera heráldica y una entrada de carruajes recuperada en uno de los laterales.