León redefinirá el proyecto del Palacio de Congresos porque le faltan 8 millones de euros

álvaro caballero | león

Las cuentas no cuadran. Con el edificio del recinto ferial ya en la última fase para su entrega en el mes de septiembre, el Palacio de Congresos se encuentra con que le restarán por delante entonces casi 24 millones de euros de obras por ejecutar para levantar el edificio de rehabilitación de la antigua azucarera y cumplir con la urbanización de la plaza pública. Pero, en caja, aun sumadas las aportaciones efectivas y las pendientes de desembolso de acuerdo al convenio de financiación, tan sólo quedarán entonces apenas 16 millones de euros. Si se cruzan las dos cifras se resuelven los 8 millones de euros de agujero que tienen sobre la mesa ahora los responsables del Ayuntamiento de León. Un desfase que deberán resolver antes del verano con la UTE adjudicataria, formada por Dragados y FCC, para no encontrarse con una nueva paralización a finales del presente año.

Los cerca de 8 millones de euros de diferencia se anotan como resultado de dos factores que han marcado la obra. El más significativo es la indemnización de 6,7 millones de euros que hubo que pagar a Dragados y FCC por la ralentización de los trabajos debido a la falta de financiación de las tres administraciones implicadas: Gobierno, Junta y Ayuntamiento. A esta factura de los cuatro años de ampliación del plazo obligada por las instituciones, que hicieron que la entrega de la infraestructura en enero de 2014 se amplíe ahora hasta el final de 2017, se le añade además el aumento del 3% del IVA, que pasó del 18 al 21% a mediados de 2012 por imposición estatal.

Los dos factores no se han conseguido enjugar siquiera con la reducción de los elementos de la obra pactados hasta el momento entre la adjudicataria y las empresas, ni con la eliminación de algunas de las mejoras que se ofertaron por encima de la propuesta de licitación, como la elaboración de un plan de difusión y puesta en marcha de la infraestructura. Ahora, el Ayuntamiento tiene que plantearse una redefinición más importante, según admiten desde el consistorio, que ya ha abierto las negociaciones con la UTE para resolver el problema de cómo afrontar la ejecución del edificio del Palacio de Congresos.

La urbanización, urgente

Lo más urgente es asentar cómo será la urbanización de la plaza que queda delante del recinto ferial, cuyo edificio se podría abrir incluso en el primer trimestre de 2017, pero en ningún caso si el entorno queda en precario. Esta fase debe pactarse en las próximas semanas para iniciar las obras como muy tarde en otoño, si no se quiere que una vez entregado el edificio de la cubierta fotovoltaica quede todo paralizado.

Una vez que se asiente esta obra y su presupuesto, que debe salir de los cerca de 16 millones que quedarán cuando se finalice el recinto ferial, la siguiente decisión incidirá en el edificio del Palacio de Congresos. El Ayuntamiento tiene dos alternativas para poder afrontarlo, salvo que reclame un aumento de las aportaciones de Gobierno y Junta o asuma con fondos propios los 8 millones de aumento. Fuera de esta opción, que se antoja remota, la administración municipal puede estudia ahora si plantear al arquitecto Dominique Perrault que modifique los planos que hay para levantar el inmueble sobre los muros de la antigua azucarera, así como el equipamiento previsto, hasta limar el desfase. La otra salida pasa por resolver el contrato con la UTE, abonar la indemnización de lucro cesante por el presupuesto que quede por ejecutar, y volver a sacar a contratación la infraestructura restante a la espera de que otras empresas oferten por debajo de los 24 millones del tipo de licitación; al igual que ha sucedido con la integración del AVE que se licitó por 50 millones y se adjudicó en 24,8.