TERRITORIO
Llánaves y Portilla recuperan las 1.180 hectáreas que cedieron para San Glorio
La Diputación liquida los convenios de 2005 ante la paralización definitiva de la estación
Majo realiza una consulta al vicepresidente primero, Francisco Castañón, en el inicio del pleno, ayer en la Diputación . F. OTERO PERANDONES
a. g. puente | redacción
El frustrado proyecto para construir una estación de esquí de San Glorio, tras el varapalo judicial del TSJCyL con la paralización definitiva del plan y su retirada por parte de los promotores, deja sin sentido el convenio que en su día firmó la Diputación con las juntas vecinales de Llánaves y Portilla de la Reina. Este documento, rubricado en 2005, fijaba la cesión de terrenos de ambas pedanías para la ejecución del espacio blanco diseñado: un total de 1.180 hectáreas (850 de Portilla y 330 de Llánaves) por las que recibían una compensación económica.
El Pleno de la institución provincial liquidó ayer, con el apoyo de todos los grupos, este convenio a través de la fórmula de la denuncia por lo que las juntas vecinales ya pueden «disponer libremente de estos terrenos», tras constatarse «la inviabilidad del proyecto como aprovechamiento para los deportes de invierno».
El equipo de gobierno defendió la decisión ante la obligación «de ser respetuosos con la legalidad» y apostó por un plan alternativo para esta zona con el aprovechamiento «de los recursos endógenos». Previamente, el diputado de En Común, Miguel Flecha, remarcó que la paralización judicial del proyecto «demostró que la estación suponía un plan desarrollista, caro e ilegal» y reivindicó en su lugar un programa de desarrollo para la zona «para compensar». Y el representante de Ciudadanos, Juan Carlos Fernández, reclamó otros proyectos alternativos, al tiempo que defendió el potencial que hubiera supuesto para la zona la estación de esquí.
Además, el Pleno dio luz verde ayer por unanimidad a la convocatoria y bases del Plan de Juntas Vecinales 2016 dotado con algo más de ocho millones de euros y que contempla una consignación de 6.000 euros para cada una de las 1.231 pedanías, que deberán aportar el 10%.
El presidente, Juan Martínez Majo, destacó que se trata «de un plan ambicioso que permite por primera vez a todas tener una obra; es objetivo y equitativo y reconoce la singularidad de las juntas vecinales en una provincia como León». Anunció que ha convocado a todos los pedáneos a una reunión el día 1 de junio en el patio del Palacio de los Guzmanes para explicarles el plan 2016.
Desde el PSOE, su portavoz, José Pellitero, remarcó «la ambición del plan» y demandó que la Diputación financie las obras en su totalidad sin que las entidades deban aportar el 10%. «Algunas no tienen ningún ingreso». Ciudadanos y Coalición por el Bierzo también se congratularon por el plan y En Común habló de «criterio generoso de reparto que acaba con la etapa oscura del clientelismo». Pidió, además, que la ayuda no fuera lineal, sino que cada una reciba de acuerdo a sus necesidades reales. En la réplica, Majo destacó la «complejidad» de analizar una a una todas las pedanías «administrativamente es imposible, intentamos ser equitativos».