El psicólogo de la prisión constata un cambio de actitud muy positivo

Ahora las cosas han cambiado en prisión para el procesado: «Estoy en un módulo de respeto y sigo tratamientos de deshabituación. Estaba de baja laboral en mi empresa y ellos sabían el motivo real de mi depresión, que era una adicción a las drogas. Mi rendimiento bajó mucho, alguna vez fui a trabajar drogado. Y otro día estaba tan puesto que no pude ni ir a trabajar. Antes de mayo de 2013 nunca había consumido, a raíz de ello cambió a peor mi situación económica y personal».

UN TRATAMIENTO

Los efectos positivos del cambio los corroboró el psicólogo del Centro Penitenciario de Villahierro: «Está respondiendo de forma excelente al tratamiento en prisión. No da el perfil de los reincidentes y vemos que evoluciona muy bien. Hubo que someterle a prevención de suicidios. Ha tenido algún episodio de ansiedad, pero está colaborando mucho. Es una persona muy introvertida, no participa mucho en los grupos terapéuticos, pero tampoco da problemas. Es tal su introversión que el sentimiento de culpa se lo come para él solo, tiene muchas dificultades para expresarse emocionalmente. Está haciendo un curso de panadería y sigue perfectamente las estrategias para no volver a la droga».