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UNA OBRA SIN FIN

El pleito con las empresas deja sin fecha de ejecución el túnel de Pajares

El parón en la estructura se acentúa por el litigio que mantiene con Fomento la constructora que iba a colocar 10 kilómetros de traviesas

Imagen de los carteles ya deteriorados de licitación y publicidad de la actuación pública en la variante de Pajares para llevar el tren entre León y Asturias. JESÚS F. SALVADORES

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León

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L. urdiales | redacción

Eran otros tiempos cuando el Ministerio de Fomento se atrevía a fijar la fecha del fin de obra de la variante de Pajares. Eran otros tiempos, cuando el Ministerio de Fomento, en julio del 2015, fijó la finalización de la obra antes del final de año. Terminar y túnel ferroviario bajo la cordillera parece una contradicción si se evalúa el estado de la obra después de una década de actuaciones a mil metros para allanar el tránsito de los trenes entre León y Asturias. Hace sólo un año parecía cercano el fin del corredor subterráneo, que se expande 24 kilómetros y medio entre uno y otro lado del muro que es esa frontera orográfica entre el Principado astur y la provincia leonesa. La última notificación oficial sobre las previsiones de ejecución del paso dejan inconcreto el final. «El túnel está muy avanzado, sólo falta concluir la mitad de la parte norte», expuso hace sólo tres días la ministra de Fomento, Ana Pastor, ante la traba de la modificación de contrato que reclama la empresa adjudicataria de la instalación de la vía. Y ahí está estacado el avance de la ejecución del túnel que debe llevar el tren de alta velocidad por este trazado asturleonés, en el pleito que la empresa Dragados ha emprendido para conseguir una modificación de condiciones que «supera el máximo fijado por la ley», tal y como argumentó a finales de la semana pasada la ministra Pastor.

De ese hilo contencioso está colgada la mayor inversión pública en infraestructura que se conoce en este país, revolucionada desde que la concesionaria de la actuación, que se basaba, según los términos de la licitación, en colocar traviesa y raíl en el tramo más próximo con la salida de la vertiente asturiana. La empresa de Florentino Pérez se había hecho con la ejecución de las obras tras ofertar una baja del 50%; luego se salió, a la espera de lograr una mejora de las condiciones. El liza está una compensación económica por la traba que se ha encontrado en el argayo con el que se topa el trazado del tren en la ladera izquierda del avance del corredor ferroviario a la salida del túnel en sentido norte, frente a la localidad de Campomanes, un paraje en el que se insertan por miles metros cúbicos de hormigón, y donde se ha levantado un pegote gris para tratar de frenar la caída del monte sobre las vías. Esa actuación ya ha absorbido más de treinta millones de euros, lo que en términos presupuestarios se lee como una traba para l seguridad del paso del tren y para el equilibrio financiero de la macro obra del Pajares en ese nuevo tránsito ferroviario del Bernesga al Huerna. La realidad es tozuda sobre el terreno; el proyecto para construir y montar la vía fue aprobado hace ahora tres años; salió a licitación en poco más de diecinueve millones de euros, y se impuso en la postura Dragados, que presentó una oferta justificada para rebajar el coste de ejecución de la obra a la mitad del precio licitad. Otra fecha que se suma a este colapso de cifras que se amontonan sobre el túnel sin fin: en mayo del año 2014, hace ahora ya más de dos años, se adjudicó la actuación; el Adif fijó 15 meses para liquidar la actuación. No se podía desenvolver de otra forma si se entiende por justificar retrasos que la colocación de traviesas para el paso de la alta velocidad se debía acometer desde la estación de Pola de Lena, en sentido sur, hasta alcanzar la línea ya ejecutada, que al parecer coincide en el eje de la divisoria de las vertientes leonesa y astur que dominan en la superficie de la cordillera. Se ejecutó el tramo más próximo a la estación lenense; y en breve el avance topó con los corrimientos de terreno que se avienen sobre la traza ferroviaria que avanza desde la salida de los túneles en Sotiello en busca de la capital asturiana. Ese deslizamiento enterró el avance al tiempo que los esfuerzos y los operarios se devanan en frenar la caída de tierra. Antes de fin de año, de fin del 2015, se constató que debido al retraso de la ladera no se había cobrado ninguna suma adicional en el avance de la ejecución de obra; esta es una circunstancia que habitual en la obra pública , que la administración interpreta con la ley de su lado. El pliego de condiciones que sustentó la licitación de obra se reservó en favor de la administración el derecho a prohibir nuevas actuaciones, siempre que vayan en perjuicio de las obras iniciadas; Así que para que no avanzaran nuevos plazos, el Adif aplicó una suspensión del contrato a Dragados.

Después de evaluar las actuaciones de choque en la ladera oeste de Campomanes comunicó a la empresa que ya estaba asegurado el avance de la colocación de vías desde Lena; entonces Dragados, del grupo ACS que se engloba en el emporio del mediático Florentino Pérez, reclamó una compensación por el parón; además de garantías de recibir indemnizaciones en el caso de que al avanzar en el montaje de la vía hacia la boca del túnel se viere obligada a detener la actuación por la presión del derrabe de tierra. Este el cúmulo de incidencias físicas y burocráticas que explican el inicio del fin de las obras del túnel de Pajares, expuesto hoy a una incertidumbre que se comienza a entender por la verja que cierra el acceso a los pasadizos subterráneos, donde hay ya más miedo al deterioro de estructuras y a la sustracción de material que al paso del tren.

La empresa concesionaria ha pedido la ejecución del contrato; las opciones de continuidad deberían pasar por una modificación de condiciones, que ya ha recibido la negativa de Fomento por salirse de ley, o rescindir y emprender otra licitación.