Renfe reformará el antiguo economato para unificar sus servicios en León
El operador licita en 363.000 euros la redacción del proyecto y la dirección de la obra.
álvaro caballero | león
Aquel pasado de Renfe tenía economato propio. Las escaleras que se abrían desde la calle Astorga daban a una entreplanta de 1.500 metros cuadrados diáfanos. Luego, el abandono del modelo de asistencia dio paso a otros negocios, todos ajenos, que convirtieron aquel espacio en supermercado primero y en gimnasio después. Abandonado desde hace años, la compañía decide rescatarlo ahora para unificar y centralizar todas las áreas administrativas repartidas por la ciudad, donde, entre Adif por un lado y operadora por otro, llegó a abonar cerca de 200.000 euros al año en alquileres mientras tenía locales propios vacíos.
El proyecto tiene sustento ya en la plataforma de contratación del Estado. El anuncio de licitación reseña la búsqueda de un adjudicatario que se haga cargo de la «redacción del proyecto constructivo, la tramitación de las licencias urbanísticas para el acondicionamiento interior del antiguo economato de León, y la dirección de obra, dirección ejecutiva de obra y coordinación de seguridad y salud de las obras». El encargo parte con un tipo base de 363.000 euros y servirá para definir la cuenta posterior de los trabajos con los que se recuperarán los 1.500 metros cuadrados que en estos momentos están en el abandono total.
La reforma hará que el antiguo economato se convierta en un área funcional integral de Renfe en León. La definición del proyecto deberá distribuir espacio para contener departamentos que están dispersos y que se entiende que necesitan unidad. Con esta filosofía entrarán en la entreplanta de la calle Astorga el centro de formación de maquinistas y los simuladores que se encuentran ahora en el centro de empresas de base tecnológica, el conocido como edificio rojo de Eras de Renueva, donde abonan alquiler mensual al Ayuntamiento de León. Junto a estas dependencias encontrarán asiento además las áreas de viajeros y maquinistas, que por ahora se ubican justo en frente, en el edificio dormitorio que hay como prolongación de la antigua estación.
No serán los únicos traslados, según la concepción inicial con la que trabajan los responsables de Renfe. La operadora sacará el gabinete sanitario y el otro espacio de formación que tienen en pisos del barrio La Sal para que se acoplen en el antiguo economato. Además, entrarán los servicios de prensa, protección civil y seguridad, que ahora están dentro de una caseta prefabricada dentro de los andenes de la antigua estación y que se prevé que puedan ser utilizados a su vez para las obras de la integración ferroviaria.
El esquema de usos se cierra con el traslado del departamento de mercancías. Los trabajadores encargados de esta área abandonarán el dúplex de la plaza de la Inmaculada, sobre el que la compañía nunca ha querido dar datos de cuánto cuesta el alquiler, para pasar a integrarse con el resto de compañeros de Renfe.
Los plazos dependerán de la celeridad en la redacción del proyecto, que cuenta con un periodo de 24 meses según los pliegos de licitación, y de la posterior salida a contratación de la ejecución de la obra con la que Renfe unificará sus servicios.