La rehabilitación se fija en los pisos antiguos y las 15.000 viviendas vacías que existen en León

MANUEL C. CACHAFEIRO | LEÓN

Tímidamente, la construcción se está volviendo a levantar en León. Ya no será para crecer a lo largo en zonas urbanas de la periferia, o en nuevos barrios de la capital, sino aprovechando lo que hay: las viviendas vacías y todo lo relacionado con la regeneración urbana del actual parque de pisos y casas. Lo que técnicamente se empieza a denominar «compatación» de las ciudades. La triple R, como dicen también los expertos: rehabilitación, regeneración y renovación.

La capital leonesa, según los últimos datos del Instituto Nacional de Empleo (INE), tiene un parque de casi 79.000 viviendas, de las que el 19,5% están vacías, unas 15.300. Son, la mayoría, viviendas situadas en inmuebles con otros pisos ocupados, aunque en los últimos años, también debido a la crisis y al envejecimiento de la población, se está dando el fenómeno de edificios enteros que se abandonan. Es el caso del situado en la esquina de Ramón y Cajal con la calle Renueva, que ha sufrido varios desprendimientos en su fachada durante el último año debido a las lluvias; otro edificio en Gran Vía de San Marcos, al lado de la plaza de la Inmaculada, cerrado a cal y canto tras desalojar los bajos comerciales, o un inmueble situado frente por frente con el antiguo hospital de Cruz Roja, en la avenida Álvaro López Núñez, que también ha sufrido la caída de cascotes a la calle en los últimos meses.

La radiografía de viviendas vacías ha cambiado, sin embargo, de perfil. Ya no son todo casas construídas hace décadas en barrios periféricos. Muchos de los pisos vacíos son también nuevos.

Y es que en la primera década del siglo XXI en León se construyeron más viviendas para invertir que para ocupar, según se puede interpretar por datos del INE. El 41,6% de las que se levantaron están vacías y el 22,3% son secundarias —no de primera ocupación-; sólo el 19,9% se compraron como vivienda principal.

Y otro dato relevante: la tasa de vivienda vacía sobre la construida desde 2008 se sitúa en España en un 22% de media en las capitales y grandes ciudades. Es decir, León dobla esa cifra. Este excedente incluye tanto las nuevas áreas de desarrollo como los cascos urbanos consolidados, donde también se ha construido de forma relevante en los últimos años, según la consultora Tinsa, autora del informe, que calcula que en la provincia de León existen 4.300 nuevas viviendas vacías, la mayoría en la capital y su alfoz, pero también en Ponferrada y otras localidades ya más pequeñas.

Según explican fuentes del Ayuntamiento de León, ese nuevo tiempo que se está iniciando no pasa por incentivar la obra nueva, que apenas tiene ejemplos en León ciudad, salvo una nueva casa nueva en la plaza Jacinto Benavente, al final del Ejido, y lo que se está haciendo en el complejo San Agustín, en el corazón de la ciudad, con salida a la calle Ordoño II, sino por ayudar al propietario a renovar su casa, ya sea su vivienda habitual o un piso que tenga vacío.

De hecho, el sector así lo ha entendido y las pocas promociones en marcha pasan por la rehabilitación de antiguos edificios, con pisos a la carta. Proyectos que se están ejecutando en calles como Ramiro Valbuena, Villa Benavente, Juan Madrazo...

Esa «compactación» de León se traduce, según las mismas fuentes, en «aprovechar los espacios construidos para rehabilitar», con un objetivo final: una ciudad cálida, con calidad de vida. Por el medio, promover la actividad económica, base de la generación de empleo, y más en estos tiempos de crisis.

El modelo de los años anteriores a la crisis ya no es posible, ni tampoco se apuesta por él. La construcción en zonas apartadas implica nuevas infraestructuras y la ciudad de León, en este caso, no tiene una demanda suficiente como para expandirse más allá de su actual círculo urbano.

Por otro lado, rehabilitar, regenerar y renovar el actual parque —la triple R— es un arma para avanzar en esa nueva ciudad, según remarcan las mismas fuentes: implica mejorar la salubridad (saneamientos, renovación de redes de electricidad, agua...) y medidas de accesibilidad (ascensores, rampas para mejorar los accesos...), por poner dos ejemplos que entiende todo el mundo. A esa labor de puertas adentro se une también la renovación del entorno urbano. Si viven más vecinos, no hay desarraigo en barrios con población mayor. Y eso se traduce en el cuidado de parques, centros sociales...

El pasado mes de abril, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de León aprobó la rehabilitación de edificios residenciales en el Área de Regeneración Urbana (ARU) León-Oeste 2015-2017. Diez ayudas que afectarán a 286 viviendas en las calles Doctor Fleming, Avenida Quevedo y Ramón Calabozo.

Prueba de ese efecto es también el Ejido, que en los últimos años ha visto cómo se han ido rehabilitando y mejorando sus casas bajas, idiosincrasia de un tiempo histórico en el urbanismo leonés. Muchas de ellas, antes estaban vacías.