Los 81 años son los nuevos 65

maría j. muñiz | león

¿Cuál es hoy la edad equivalente a los 65 años de 1900? La edad a la que hoy sobrevive el mismo porcentaje de una generación que en 1900 los 65 años son los 91 años. Algo más del 26% de esa generación. Y la edad a la que hoy se da la misma esperanza de vida que en 1900 a los 65 años son los 81 años. «Cuesta pensar que la edad equivalente a los 65 años de 1900 esté comprendida entre los 81 y los 91 años, pero no se puede negar que un individuo de 65 años en la actualidad es bastante más joven que otro de su misma edad hace 50 años, y no digamos que hace un siglo».

Son algunas de las conclusiones de estudio de Funcas sobre los retos del envejecimiento, realizado por José A. Herce, profesor de economía en la Complutense y director asociado de AFI, que forma parte también de varios foros de expertos sobre pensiones. Herce defiende que actualmente existe «una percepción distorsionada acerca del envejecimiento», y llama a «renunciar a la tiránica barrera psicológica de los 65 años» para conseguir dinamizar la economía y la sociedad.

De aplicarse los nuevos criterios que razonan los expertos, la provincia ‘perdería’ un total de 84.431 ‘viejos’. El grupo de población que tiene actualmente entre 65 y 81 años. Otros 41.400 leoneses tienen más de 82 años, los que según las nuevas dinámicas demográficas sí entrarían en la definición de envejecimiento. De ellos, 422 tienen ya más de 100 años.

POR EDADES

La provincia tiene 477.528 habitantes según el último censo demográfico del Instituto Nacional de Estadística, de los que 233.136 son hombres y 244.392 son mujeres. Del total de residentes en León 351.697 tienen menos de 65 años; y 125.831 personas mayores de 65 años. Los que hoy entran en la categoría de jubilados, aunque la realidad es que buena parte de la población abandona la actividad laboral antes de llegar a esa edad.

El estudio de Funcas llama a realizar una «adaptación inteligente» al fenómeno de la longevidad, ya que de no ser así «se cumplirán los temores de quienes creen que vivir más es una amenaza». Y advierte de que «la convención de los 65 años» es una enorme carga para los sistemas sociales y laborales de todos los países.

En 1900 menos del 30% de una generación llegaba a los 65 años. Hoy el porcentaje supera el 90% de la generación. Pero la jubilación sigue establecida en los 65 años, como hace un siglo. Y sigue utilizándose este límite para referirse a la tercera edad.

«excelente noticia»

El hecho es que la mortalidad se ha ‘comprimido’ en el último siglo, y seguirá haciéndolo en las próximas décadas, de forma que la mayor parte de los individuos sobrevivirán hasta edades centenarias. Y además la mayor parte de ellos sufrirán períodos de senectud «considerablemente más breves que los actuales».

Las implicaciones sociales de esta evolución tienen que ir a que se admita que el «llamado envejecimiento de la población, al menos en el plazo biodemográfico, es bastante menos evidente de lo que se suele afirmar». Y eso lleva a replantearse las implicaciones del concepto de vejez.

El informe señala que aunque algunas de estas implicaciones son problemáticas («aunque algunas de ellas menos de lo que parecería a simple vista»), muchas otras son «lisa y llanamente buenas». «En realidad, concluye, las implicaciones problemáticas del envejecimiento de la población lo son en la medida en que nos negamos a adaptar nuestros sistemas económicos, sociales y previsionales a la realidad de una creciente longevidad que, en el fondo, es una excelente noticia».